Premios Mies Van der Rohe 2022 a la mejor arquitectura europea: un centro cultural en Londres y una cooperativa de viviendas de Barcelona

Yvonne Farrell y Shelley McNamara, las arquitectas irlandesas fundadoras del estudio Grafton Architects, son las ganadoras del Premio Mies Van der Rohe a la mejor obra de arquitectura de los últimos dos años en Europa. Las arquitectas, que ya recibieron el Premio Pritzker por el conjunto de su obra en 2020, son reconocidas esta vez por un proyecto concreto, la Town House de la Universidad de Kingston, en el sur de Londres. El Mies van der Rohe está organizado por la Unión Europea y por la Fundación que lleva el nombre del arquitecto alemán y que tiene su sede en Barcelona.

La otra categoría del Pemio Mies, dirigida a reconocer la Arquitectura Energente, ha premiado el conjunto de viviendas La Borda, un edificio de viviendas en Barcelona construido en madera y parcialmente autosuficiente en su consumo de energía. Los premiados no son esta vez unos arquitectos sino Lacol, la cooperativa de propietarios y promotores del edificio, una asociación de 14 profesionales que, cada uno desde su especialización, aparecen como autores del edificio. Igual que en su configuración mercantil, La Borda promueve una forma de vida más comunitaria y menos individual.

La Town House de Farrell y McNamanara es algo así como un centro cultural para los alumnos de la Universidad de Kingston. El edificio mezcla biblioteca, locales de ensayo y escenarios para artes escénicas. Sus autoras lo definen en su memoria como un "laberinto de volúmenes interconectados, reunidos en una envoltura que lo unifica todo y en la que los opuestos pueden coexistir felizmente".

Las arquitectas han escrito también que "el interior del edificio está definido por un sistema estructural de columnas y vigas de hormigón prefabricado que soporta las losas nervadas expuestas. La calidad de los espacios interiores está influida por la forma y el acabado de la estructura, mientras que las capacidades de carga del suelo tienen en cuenta la flexibilidad a largo plazo y las oportunidades de cambio futuras". El aspecto del edificio, casi brutalista desde su fachada hasta su hall, es compatible con la ligereza en sus usos.