Medidas empresariales de carácter general ante la crisis económica del Coronavirus.

En general, los minoristas, fabricantes y marcas deben desarrollar y ejecutar un plan efectivo de respuesta para minimizar los riesgos y estar preparados para cualquier escenario.

Para los negocios que ya se ven afectados por esta situación y también para los que puedan verse afectados en un futuro, hemos reunido algunas ideas para responder al impacto económico que supondrá el Coronavirus:

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Mira hacia delante y replantea tus esfuerzos.

Las crisis tienen una trayectoria tan dinámica que exigen un replanteamiento constante de modelos y planes.

Del desconcierto inicial se pasa al descubrimiento, la planificación y la respuesta, luego a la estrategia de recuperación y finalmente, a la reflexión y el aprendizaje.

Este proceso debe ser rápido para reaccionar a tiempo a las circunstancias cambiantes.

Por eso, es importante anticipar proactivamente los cambios, por ejemplo, al prever el acaparamiento y posterior desabastecimiento o al adaptar la cadena de suministro cuando se reabren las tiendas.

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Utiliza un enfoque adaptativo.

En los negocios, la capacidad de adaptación siempre es clave pero, en estos momentos, resulta crucial.

Las respuestas rápidas requieren un liderazgo de arriba hacia abajo pero la adaptación a cada entorno requiere una iniciativa de abajo hacia arriba para adaptar la orientación general a las situaciones locales.

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Crea claridad y seguridad.

Cuando la situación y la información cambian continuamente, es difícil generar claridad debido a que el asesoramiento institucional puede resultar escaso, desactualizado e, incluso, contradictorio.

Los empleados deben adoptar nuevas formas de trabajo pero no podrán hacerlo a menos que cuenten con instrucciones claras y coherentes por parte de la dirección.

Por eso, conviene establecer pautas y procedimientos operativos muy específicos tanto para limitar la exposición y garantizar la protección de los empleados, como para adaptarse a las nuevas exigencias sanitarias.

Al mismo tiempo, los clientes también reclaman información sobre la forma de actuar de las empresas, procedimientos de limpieza, medidas de protección, etc.

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Desarrollar un plan de contingencia.

Un plan de contingencia supone definir las medidas técnicas, humanas y organizativas necesarias para garantizar la continuidad del negocio. Supone planificar, actuar, comprobar y corregir.

Se identifican las amenazas que pueden influir en la continuidad del negocio y se definen las medidas más adecuadas para atajar o minimizar estas amenazas, así como, los recursos necesarios para llevarlas a cabo.

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Reconsidera tu estrategia de marketing y cómo puede cambiar el comportamiento del cliente hasta que la crisis remita.

Con el negocio cerrado o con la caída de la demanda, la estrategia de marketing debe adaptarse a los cambios que se están produciendo, no solo en el comportamiento del consumidor sino también en su forma de pensar, de sentir y de actuar ante la crisis.

Cuando sus necesidades cambian, el enfoque de las empresas también debe hacerlo.

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Considera formas de llegar a tu base de clientes.

El desarrollo de los acontecimientos, como el aislamiento de los ciudadanos en sus casas y el miedo, puede hacer que tu base de clientes se comporte de una forma diferente.

Prefiriendo en este momento la atención a domicilio, por ejemplo en el caso de una peluquería, la compra telefónica, el envío a domicilio, la recogida en la acera o la atención telemática, aún en grupos de población como los más mayores, que no están habituados a usar la tecnología.

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Encuentra alternativas que funcionen para ti.

Algunos negocios pueden implementar el teletrabajo pero esto puede resultar inviable en un pequeño negocio minorista.

Sin embargo, siempre puedes encontrar alternativas que puedan funcionar en tu negocio como las llamadas telefónicas, las videoconferencias (Skype), mantenerse en contacto con los clientes a través de transmisiones en vivo (Facebook e Instagram Live, YouTube), las redes sociales, M-commerce, WhastApp, etc.

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Comprende tu cadena de suministro.

Es posible que, aún sin darte cuenta, muchos de tus productos se basen en piezas o componentes fabricados en países que pueden restringir su producción, de modo que debas explorar cadenas de suministro alternativas.

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Revisa los presupuestos de flujo de caja. 

Es importante valorar qué impacto tendrá una desaceleración del consumo en el flujo de caja para conocer tu capacidad de atender los gastos y empezar a tomar medidas al respecto, como negociar prórrogas, fraccionamientos o consultar líneas de crédito por si fuesen necesarias.

Aquí puedes acceder a información sobre cómo funcionan las Líneas ICO.

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Revisa los seguros comerciales.

Consulta con tu compañía para estar al tanto de las coberturas incluidas en tu seguro sobre impagos o pérdidas producidas por una interrupción de la actividad empresarial.

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Capacita al personal.

En previsión de que se puedan producir bajas laborales, será necesario capacitar de forma cruzada al personal para que se pueda hacer cargo de otras funciones dentro de la empresa.

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Recorta gastos generales.

Valora todos los costes de tu negocio y reduce gastos no esenciales.

También puede ser un buen momento para estudiar a fondo las facturas de diversos proveedores (telefonía, luz, internet…) y valorar alternativas más beneficiosas. 

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Reasignar mano de obra flexible a diferentes actividades.

En China, las empresas más afectadas como los restaurantes, no podían realizar sus actividades habituales, por eso, ante la disminución de ingresos, algunas empresas liberaron una gran parte de su fuerza laboral compartiendo sus empleados con cadenas minoristas que necesitaban urgentemente mano de obra para los servicios de entrega, debido al repentino crecimiento de las compras online.

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Cambia la mezcla de canales de venta.

La venta minorista en persona acaba restringiéndose en las zonas más afectadas, bien por la falta de clientes o por el cierre obligado de las tiendas, por lo que se deben reforzar otros canales de venta aprovechando las herramientas digitales para impulsar las ventas en línea, por teléfono, mediante las redes sociales o a través de marketplaces.

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Prepárate para la recuperación de la normalidad.

Al final, todo volverá a la normalidad y hay que estar preparado.

Puede ser un buen momento para hacer algunas lecturas sobre las futuras tendencias, los posibles cambios de hábitos del consumidor o la aparición de nuevas rutinas, la actualización de sistemas internos, mejora de habilidades e, incluso, el diseño de nuevos productos o servicios de cara a la recuperación.

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