Desarticuladas dos activas organizaciones criminales dedicadas a la producción y al transporte de marihuana entre Alicante y diferentes países europeos

La Guardia Civil y la Policía Nacional, bajo el marco de dos operaciones distintas, “Pazalea” y “Zíngaro/Niza”, han desarticulado por completo dos activas organizaciones criminales dedicadas al transporte (y producción) de marihuana, entre la provincia de Alicante y diversos países europeos, como Alemania, Italia y Suecia. El resultado de sendas operaciones es de 10 registros domiciliarios, 26 personas detenidas (2 en Alemania y 2 en Italia) y la aprehensión de 2900 plantas de marihuana, 293 kgs de cogollos de marihuana, 74 kgs de tabletas de hachís, 5 vehículos y 2 pistolas de fogueo, entre otros efectos.

De los 26 detenidos totales, 3 ingresaron en prisión de provisional (quedando uno de ellos finalmente en libertad bajo fianza) y el resto quedaron en libertad con cargos, a la espera de juicio.

OPERACIÓN “PAZALEA”

Agentes de la  Guardia Civil de San Vicente del Raspeig y agentes pertenecientes a la UDYCO (Unidad de Droga y Crimen Organizado) de la Policía Nacional de Alicante, han trabajado estrechamente en la desarticulación de un grupo criminal dedicado al cultivo de marihuana en la localidad de Alicante.

La operación, que comenzó en noviembre del pasado año 2018, se llevó a cabo en tres fases diferentes, debido a la complejidad de la misma; en la primera fase se pudo comprobar que la organización estaba compuesta por una gran red de personas y que estaba dotada de numerosos medios para la ocultación y traslado de droga (turismos, furgonetas, naves industriales, inmuebles). Dichos traslados se realizaban mediante empresas de transporte de mercancías, las cuales enviaban por carretera cuantiosas cantidades de droga (marihuana y hachís) camuflada en palets de zapatos, ocultando en el interior de cada uno de los palets un dispositivo GPS para geolocalizar y así controlar en todo momento la ubicación de la carga.

También se detectó que los miembros de la organización utilizaban en sus desplazamientos sofisticados inhibidores de frecuencia, para impedir posibles interceptaciones telefónicas de investigaciones policiales.

En una de las naves industriales registradas en la localidad de Agost, se halló numerosos aparatos eléctricos para la instalación de plantaciones de marihuana, unos 265 focos de gran amperaje para alimentar en torno a 6000 plantas, así como la infraestructura necesaria para el envasado al vacío de la droga y la introducción de los GPS en la mercancía enviada.  El resultado fue la incautación de 186 Kg de cogollos de marihuana y 53 kg de hachís en Suecia, Alemania e Italia, deteniendo en dichos países, a los destinatarios finales de la droga (dos en Hamburgo y dos en Bolonia).

En la segunda fase, la investigación se centró en los inmuebles utilizados por los miembros de la organización en España, unos chalets de lujo ubicados en la partida alicantina de Fontcalent, donde se encontraron diversos zulos a los que se accedían por unas losas de suelo, integrado en el mismo, el cual se abría accionando un pequeño riel situado en su parte central, que daría lugar a un sótano construido ad hoc para albergar el cultivo de más de 3000 plantas de marihuana. Todos los sistemas de refrigeración, filtrado y electricidad se encontraban perfectamente enclaustrados en el zulo. Respecto del otro lugar de ocultación se hallaba vacío, si bien se considera dadas las características del mismo que se utilizaría para guarda armas y dinero. En esta fase se aprehendieron 1100 plantas de marihuana.

En la tercera y última fase de la operación, se localizó otra construcción subterránea, a la que igualmente se accedía mediante un pequeño orificio integrado en el suelo de un cobertizo, que para abrirlo era necesario una ventosa. Dicha cavidad daba paso a un sótano de dos plantas de altura (unos 6 metros), el cual albergaba cuatro grandes estancias para el cultivo hidropónico (indoor) de marihuana, así como otras estancias para el secado, crecimiento, manipulado y envasado de la droga para su envío. Aquí se intervino 1800 plantas adultas, así como 38 kg de cogollos dispuestos para su inminente remisión.

El balance final de la operación “Pazalea” es de 9 registros domiciliarios (1 en Agost y 8 Alicante ciudad- Fontcalent y Moralet) y la intervención de 2900 plantas de marihuana, 223 kgs de cogollos de marihuana, 54 kgs de hachís, 5 vehículos, 2 pistolas de fogueo, numeroso material informático y telefónico y cientos de efectos relacionados con el cultivo y producción de la droga (7 aparatos de A/C y splits, 329 focos y lámparas de cultivo, 285 transformadores, 7 filtros de carbono, 7 turbinas y 2 generadores eléctricos industriales, entre otros).

Los detenidos son 16 españoles, de entre 26 y 60 años, 3 españolas de 31, 43 y 66 años, 2 ciudadanos alemanes, de 35 y 49 años y 2 italianos, de 49 y 51 años. Los delitos que se les imputan son los de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico. Todos los detenidos ya han pasado a disposición judicial, ingresando 3 de ellos en prisión provisional (unos de los cuales ha quedado en libertad provisional bajo fianza). Los 20 detenidos restantes quedaron en libertad con cargos, a la espera de juicio.

Conclusiones de la operación “Pazalea”

La organización criminal desarticulada tenía como finalidad obtener grandes ingresos económicos mediante la venta de las drogas cultivadas/elaboradas en España con destino a países europeos (Suecia, Alemania e Italia), donde los precios de las mismas se quintuplican, obteniendo con ello un mayor beneficio, que si se vendiera únicamente en el territorio nacional, evidenciando con ello que los miembros investigados tenían estrechas relaciones con organizaciones criminales internacionales con las que negociar el destino final de la droga.

La red estaba dotada de una gran estructura y todos sus miembros tenían un reparto de tareas perfectamente establecido, utilizando a numerosas personas sin antecedentes que, aun no teniendo acceso directo a las sustancias estupefacientes, realizaban labores totalmente necesarias para la comisión de los hechos delictivos, tanto en el ámbito nacional como en el internacional.

Cabe destacar también la dificultad añadida a la investigación, dada la alta especialización del grupo (cámaras de seguridad, sistemas de alarma, utilización GPS, inhibidores, utilización de mercantiles ficticias, etc), uso de conocimientos y utilización de maquinaria pesada para la realización de los zulos (movimiento de tierra, grúas, especialistas en encofrado y cimentación), que provendría de las empresas de construcciones a las que pertenecen algunos de los miembros, fabricando grandes subterráneos especializados para perdurar en el tiempo, utilizando incluso en uno de ellos generadores industriales de luz para no ser detectados por consumo eléctrico.