Con bragas, pero no rojas.

Este año la cosa de la navidad se va a parecer a " la cosa nostra": Delito reunirse en familia. Mi cerebro tiene opiniones divididas, y contradictorias, a este respecto. Veré el lado positivo de cumplir con las normas, que, en "ese" momento nos digan los que se supone tienen información veraz...  

No sé si por ingenua, o por ignorante, pero quiero convencerme de que quienes las decidan lo harán con conocimiento, y rigor científico, sin que les sirva de "excusa" para que hacienda se convierta en Papa Noel, y entre por la chimenea al comedor de nuestra casa.  

Turrón si va a ver en mi mesa, en realidad lo hay todo el año. La miel y la almendra son parte de mis alimentos cotidianos. Solo pido que la vida no me juega una mala pasada, y los muy míos, y ojalá que los de ustedes, estén sanos, con independencia de que la mesa sea más pequeña que en otras "noches buenas".  

Discurso del monarca ya tuvimos en los primeros días de la pandemia, por lo que tampoco será imprescindible uno nuevo. Supongo que, como humano, esté 2020, lo vivirá con el corazón partido, porque tenga la sangre azul o roja, la responsabilidad, y el privilegio de convertirse en rey, le viene por ser hijo de su padre. Y a medida que cumplimos años (él también los cumple) echamos más en falta a los nuestros. Es cierto que las nuevas sillas sustituyen el lugar físico de las otras, pero hay vacíos que siempre tendrán un lugar propio. Yo hablo con mis muertos, ellos me reconcilian, y me ayudan a perdonarme de mis heridas.  

Si el covid19, o la covid (que para lo malo la Real Academia no pone reparos en utilizar el femenino), es un invento de laboratorio, y una manera de eliminar a quienes podemos ser más débiles, o molestamos, de ser así ,"no tienen perdón de Dios". Y eso que soy de seguir la letra de Víctor Manuel en "Esto no es una canción", y siempre he creído que en la vida "entramos todos o nadie", salvo quienes sean capaces de provocar tanto dolor.  

 

¿Que nos está ocurriendo para que nos nazcan enemigos a terceros?  

Me explico, amigos de los que llamo de "toda la vida" me bloquean en Facebook porque, según ellos, "yo voto" a quienes nos están arruinando el país. Y resulta que dan los mismos argumentos, pero, al contrario, algunos otros (que también me bloquean). Lo utilizan de excusa para no contar conmigo en algunas tertulias de mi oficio (tú estabas con los otros).  

Cuando comencé mi aprendizaje en el edificio gris de mi facultad, y trabajé con aquellos maestros grandes del periodismo del Grupo 16, los periodistas no éramos "monologuistas", ni el insulto formaba parte del ADN.  

Hoy, sin embargo, he bajado a la farmacia que hay justo debajo de mi casa a comprarme "tapones" para no escucharlos, ya que perjudican severamente mi hernia de hiato en cada despertar. La soberbia, la falta de educación, el supuesto " ilustrado despotismo", y digo bien -des po tis mo- no les hace más creíbles, pese a que suban las audiencias de sus medios.  

Están logrando que el humano saque lo peor de sí mismo contra los otros, y cada vez estoy más convencida de que ellos sí son los incendiarios de mi oficio, con el que he amamantado a los que más me importan de mi vida: mis hijos, y por los que confieso, a veces lloro sin consuelo. Ser bueno, en el sentido literal de Machado, tal vez no lo sea en estos tiempos, y ellos lo son.  

 

Ver los disturbios en las noches de nuestras ciudades, contenedores ardiendo, jóvenes encapuchados y violentos, junto a policías en situación de "a por ellos", es preguntarme: ¿Qué nos está pasando?  

 

Lo que ha sucedido siempre, y hoy continúan acaeciendo, sin que lo vean la mayoría de los jueces, y juezas del mundo, son los malos tratos y los abusos sexuales a los y las menores en el círculo familiar.   

Escalofriantes son las estadísticas con nombres propios, y en la Ley del Menor sigue encubriéndose, utilizándose síndromes inexistentes como el falso SAP, y repito en este artículo una vez más, creado por un pederasta que terminó suicidándose, y con una legión de defensores, y cómplices, que lo aplican en nuestros juzgados, incluso con la desfachatez de ir cambiando los nombres a medida que se le va conociendo, pero con el mismo fin. Lo que supone la mayor de las tragedias para hijos-as y madres. Un ejemplo sangrante es Irune Costumero, y su hija, que siguen sin estar juntas.  

Y de paso, vueltas con lo mismo, titulares sensacionalistas. "Paul Galobre", de Badalona asegura que: " No es el primer hombre que se queda embarazado", pero se le olvida añadir, que tiene ovarios. Si un hombre va a parir, es porque ha nacido, y es, biológicamente mujer. Se ponga barba o fumé en pipa, MUJER.  

   

Obviamente estoy en contra del borrador de las mujeres, sin formar parte de ninguna sigla, pero sí, soy feminista, como no creo que se pueda ser de otra manera, conscientemente, y sin tener mucho que ver con el feminismo de Ada Colau, ya que parece que le está "confundiendo" el cargo.  Eso sí, mi compromiso es aprender de las históricas mujeres que sí saben, porque no es cosa fácil...  

 

Difícil está siendo este año bisiesto para la mayoría. No puede irnos bien a casi nadie, cuando a casi todos nos va mal, pero aún peor para quienes pierden sus vidas en las aguas de los mares del hambre, por mucho que cambien sus perfiles, como se empeñan en demostrarnos algunos, y algunas contertulias de esas mismas cadenas de radio. No es un jardín en el que me atreva a meterme, porque no huele bien el negocio de la emigración, pero aún mucho peor el de la indiferencia, ante esas miradas de miedo, y el duelo con la muerte. ¡Qué los míos nunca hagan que me den igual!  

Si la América rica y poderosa, y la Europa de nuestro país, están medio confinadas, por protección, ¿quién les ayuda a aquellos que son los experimentos de nuestros avances, y los compradores, de esa otra e importante industria de las armas, y la guerra?, ¿quién les pone la mascarilla? y, ¿quién les quita el bozal?  

Los okupas de la Casa Blanca no se quieren marchar, y tampoco tengo nada claro que en el país que todo lo puede, los demócratas estén limpios de algo, pese a que sí parecen sucios los que están. Sin duda, y a priori, la mejor es la futura vicepresidenta, la señora Kamala Harris.  Esperemos que les llegue la diferencia al pueblo palestino, al cubano, a los más necesitados del propio, y que no les dé por buscar lo que "no hay", dónde sí petróleo... Nos influirán, ¡por supuesto! Y ojo que ahora no estarán bien vistos nuestros estornudos europeos, cada vez que ellos, los "norteamericanos y socios", se constipen.  

 

A los armenios y armenias los están matando.  Asmink  Kocharyan es la presidenta de ellos en Alicante, y  lo relata con lágrimas amargas, porque su país vuelve a ser abandonado por los demás. Allí no hay mucho que sacar, no hay Brent que cotice en bolsa… Total, son solo personas, cuya pretensión es vivir en su territorio, y hacerlo en paz, pese a los miles de asesinados, que no olvidan, por el genocidio que los ejércitos turcos cometieron contra ellos, y ni España lo reconoce.  

Otro de los cambios que debemos hacer está relacionado con la ropa íntima. Pese a no ser nada fiestera, las navidades son mi excepción, y este 31 de diciembre evitaré las bragas rojas, y de encaje. Tres magistrados del Juzgado Penal, colegiado e integrado por un hombre y dos mujeres en la localidad de Ica (Perú), han absuelto a un violador, a un agresor sexual, porque así era la ropa que la mujer llevaba en el momento de ser violada. Parece una sentencia no creíble, y solo propia de un país subdesarrollado, pero usando la memoria me recuerda muchas otras, y de esos jueces que una parte de la oposición del gobierno de este país se resiste a que se cambien, utilizando como siempre la demagogia de "la libertad".  

Por fortuna hay algunas sentencias, que aunque tardías, son coherentes, y harán que, por fin, Doña Emilia Pardo Bazán descanse en paz, porque desde el pasado 2 de septiembre el Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña (Doña Marta Canales,) sentenció que el Pazo de Meiras, pasa a ser propiedad del Estado, declarando nula, y sin efecto, la "donación personal" al dictador Francisco Franco, y a sus herederos, a los que se les ha tenido que pedir "inventario",  porque estaba empezando a pasar de la canción de Joaquín Sabina, a la función teatral de Sebastián Junyent "Hay que deshacer la casa" (Premio Lope de Vega al mejor texto del teatro del 1985). Aunque poco parecido veo entre la magnífica actriz, Amparo Rivelles, con Carmen, la nietísima duquesa de Franco con Grandeza de España. ¡Manda carallo! (Lencería fina...).  

 

A este paso tendremos que usar las mujeres, al menos las que así nos han parido nuestras madres (mujeres), las bragas de cuello vuelto, y que nos valgan de mascarilla, pero no, no nos callaremos contra sentencias judiciales que nos destruyen, y leyes que siguen perjudicando a las mujeres por el hecho de serlo, y especialmente a sus hijos e hijas, sin opción de noches con día siguiente.  

 

Esmeralda Marugán