EE.UU.,Reino Unido y Australia ignoraron a la UE a la hora de firmar su acuerdo nuclear

La Unión Europea ha sido totalmente ignorada en esta maniobra geoestratégica de Estados Unidos, el Reino Unido y Australia y sus representantes se han limitado a decir que van a «estudiar» sus implicaciones mientras tratan de limitar los daños que inevitablemente se van a producir. En la sede de la Alianza Atlántica, también en Bruselas, se prevé una crisis de grandes dimensiones teniendo en cuenta la irritación manifestada por Francia ante lo que considera una «traición» por parte de Australia. El inesperado anuncio se produjo además el mismo día en el que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había dicho solemnemente ante el pleno de la Eurocámara que consideraba imprescindible que la UE desarrolle sus

 propias capacidades militares y tecnológicas para no depender de Estados Unidos.

El Alto Representante para la Política Exterior europea, Josep Borrell, que presentaba precisamente ayer las líneas maestras de ese plan de autonomía estratégica para la UE dijo que lo sucedido demuestra que «debemos ser capaces de sobrevivir solos, como lo hacen otros». Sus portavoces habían dicho previamente que los distintos gobiernos están «evaluando entre nosotros» las implicaciones del pacto de seguridad anunciado por los tres países anglosajones destinado a garantizar la seguridad y la estabilidad en la región de Asia y el Pacífico, con el ojo puesto en contener la expansión de China, que es un objetivo que interesa también a Europa.

La Comisión Europea no fue informada con anticipación, según admitió ayer el portavoz de Borrell, que se limitó a decir que «estamos en contacto con nuestros socios para obtener más información sobre ello y analizaremos las implicaciones que esto tiene para nosotros». El próximo consejo de ministros de Asuntos Exteriores, previsto para el 18 de octubre, «podría ser la ocasión de analizarlo», aseguró el portavoz del servicio Exterior de la Unión Europea.

Por ahora la colosal irritación expresada por Francia no se ha trasladado al conjunto de las instituciones que parecen estar preocupadas sobre todo por enfriar el ambiente en un intento de minimizar los efectos negativos. Según la Comisión, los contactos con los tres países socios involucrados en esta alianza son «continuos», de hecho hoy mismo está previsto que Von der Leyen participe en una reunión sobre medio ambiente en la que también estará el norteamericano Joe Biden. «En cualquier caso, esto no influye, por ejemplo, en nuestras relaciones comerciales con los socios», asegura la Comisión. Actualmente se está negociando un tratado de libre comercio con Australia que demás de la tramitación habitual necesitará ser aprobado por todos los países, Francia incluido, algo que en estos momentos puede considerarse como imposible, tras la decisión australiana de cancelar su contrato para comprar 12 submarinos franceses cuya primera entrega estaba prevista en 2030. Para Borrell, que reconoce «comprender» la «irritación» de Francia, lo importante ahora es «no mezclar peras con manzanas» por lo que respecta a las negociaciones. «No estamos tomando medidas específicas motivadas por hechos concretos. Los acuerdos comerciales con Australia seguirán su camino y veremos cómo se desarrollan las cosas».

Respecto a Estados Unidos, la UE estaba tratando de reactivar precisamente el armazón del fracasado acuerdo sobre libre comercio tratando de pactar una especie de convergencia reglamentaria en materias sensibles de la política industrial y tecnológica, precisamente para marginar a China en el control del diseño de los productos de telecomunicaciones e informática, de manera que Occidente pueda preservar al menos el factor esencial de los estándares mundiales. Teniendo en cuenta que este es un campo en el que se define el mismo objetivo que en la alianza militar, Bruselas intentará probablemente preservar este camino a la espera de que se calmen las aguas en el resto.

País asociado

En la OTAN sin embargo, se prevé que la reacción de Francia ante este hecho va a provocar una crisis de gran envergadura. Fuentes aliadas dan por hecho que el presidente francés Emmanuel Macron va a cargar contra Estados Unidos y el Reino Unido por haber ignorado los intereses de los demás aliados en un proyecto de esta envergadura. Australia es uno de los países asociados a la OTAN cuyas relaciones son más fluidas con el resto de la alianza y sus militares participan frecuentemente en las misiones conjuntas pero «en esta organización es donde se discuten estas diferencias y damos por hecho que en este caso las discusiones van a ser tensas» debido a la importancia de lo que ha sucedido.

Y en medio de todo, Rusia contempla estos acontecimientos con cierta sorna y aprovechando las aguas revueltas, el régimen de Vladimir Putin ha aprovechado para devolverle a Francia el gesto, recordándole que en 2015 París anuló la venta de dos buques de proyección estratégica de la clase «Mistral» como parte de las sanciones por la anexión rusa de la península de Crimea.