Una casa para "vivir con arte" en el centro de Murcia: elegante, luminosa y sin límites

Un hogar en el que tuviera cabida todo su mundo. Esto es lo que buscaba crear en su vivienda del centro de Murcia una pareja fuera de lo común, ya que ambos son amantes "a rabiar" del arte en todos sus formatos, coleccionistas de objetos bellos, conocedores de la arquitectura y el diseño japonés, anfitriones de amigos y familiares, viajeros insaciables... Escogieron al estudio murciano Gurú para dar forma a una casa a la medida de sus personalidades. Eva Torrecillas y César Vera asumieron el reto sabiendo desde el principio que no eran el perfil de clientes habitual y que no esperaban una vivienda tradicional.

"Uno de sus mayores anhelos era que la casa les permitiese generar diferentes ambientes a placer. Que nada estuviese de manera permanente en un solo sitio", cuentan los interioristas, que concibieron la vivienda "como un contenedor de papel" en el que los pliegues fueran creando diferentes zonas sin que estas estuviesen marcadas; no hay puertas a la vista y todo lo que no es necesario queda oculto. "Cuando estás dentro y miras alrededor, ves obras de arte, naturaleza y texturas en blanco", señalan.

Explican desde Estudio Gurú que "el proyecto se concibió como un espacio en el que los límites se diluyen, no encuentras estructuras tradicionales marcadas". De tal forma que, por ejemplo, el comedor puede convertirse en la zona de estar a placer. "Ellos adoran cambiar de lugar sus muebles, saber que todo está en movimiento".

Además, todo el perímetro de la vivienda se ha pensado como las paredes de una galería de arte, con la posibilidad de poner, quitar y mover sus obras. Ellas, y las historias y vivencias que representan, son las grandes protagonistas de la casa; tanto es así, que la iluminación de las diferentes piezas artísticas se convierte en la iluminación general de la casa.

Destaca en el centro de la vivienda un enorme contenedor con puertas asimétricas que genera un gran lugar de almacenamiento. Hacia la izquierda se convierte en la cocina, hacia la derecha oculta el baño de invitados.

Eva Torrecillas y César Vera señalan que otro elemento muy característico de la casa es el armario Papiro. "Como si de una hoja de papiroflexia se tratase, las puertas se van plegando sobre sí, ocultando otra zona de almacenamiento, en esta ocasión, pensada para su pequeña empresa. Cuando está cerrada, no hay rastro de tal almacenamiento, siendo las puertas en sí un elemento decorativo más".

También oculto a la vista queda el paso hacia el dormitorio, concebido sin embargo para que desde este se pueda ver la casa. Allí un gran cabezal diseñado a conciencia para ellos queda en el centro del dormitorio principal, permitiendo generar una circulación perimetral y quedando el almacenamiento de ropa a la espalda de la cama.

Otra petición importante de la vivienda fue el diseño del baño principal. Además de las necesidades habituales, los clientes deseaban una bañera en la que poder relajarse, disfrutar y leer. "La bañera se convierte en una pieza importante de grandes dimensiones. El hecho de jugar con la asimetría, como en el resto de la vivienda, es lo que hace que se vea ligera y elegante", apuntan los profesionales murcianos, quienes añaden que, además, "todo el baño se realizó con un microcemento con virutas de madera al que se le aplicó un tratamiento especial para que el tacto se aproximase a la porcelana. El espacio es un conjunto maravilloso de sensaciones para los sentidos".

Toda la casa se ha trabajado en blanco, el color más complejo, ya que "la gama de matices se extiende de manera infinita", señalan en Estudio Gurú, que aprovechó "la gran cantidad de luz natural para asegurar un ritmo en las tonalidades". Además, desde las ventanas principales se ven las copas de los árboles, por lo que la casa es una mezcla de tonos blancos, naturaleza y obras de arte. "La fusión es perfecta. Cuando estás dentro de ella te das cuenta de que cualquier otro adorno sobra".

Estudio Gurú es lo mismo que decir Eva Torrecillas y César Vera, una pareja de interioristas (también de vida) que trasladan a sus creaciones una impronta muy personal. "Como no éramos capaces de dejar el trabajo en la puerta al finalizar el día, decidimos llevarnos el estudio a casa. Así, hemos creado un espacio muy personal, en el que nuestros clientes pueden comprobar por sí mismos la calidad de nuestro trabajo y, por qué no decirlo, la originalidad o lo que nos hace diferentes".

Aseguran estar convencidos de que "el trato personal determina el valor del proyecto, ya que nos lleva a una intimidad total con nuestros clientes, hacemos espacios a la medida única de casa persona". Una muestra de ello es esta casa para "vivir con arte".