Un hostelero que ha pagado 11.000 euros de luz en agosto: «Trabajo 16 horas al día y he perdido 15 kilos»

Mucho se habla de las tarifas eléctricas disparadas y seguro que hay infinidad de testimonio de profesionales que relatarían su drama personal por este gasto imprevisto. Alex Fratini ofrece uno en primera persona bien elocuente: «He trabajado 16 horas todos los días este verano, he perdido 15 kilos, no he visto a mi hija en 60 días. ¿Para qué...?, para pagar la factura de la luz«.

En números exactos, el dueño del restaurante Pinocchio de Benidorm ha abonado 10.198 euros en julio y 11.354 en agosto, unas cifras que casi triplican los recibos de los mismos meses del año anterior.

«Para que la gente lo entienda: cada día tengo que vender 200 cafés solo para pagar la luz, y luego seguir para el alquiler, el gasto de personal, etcétera», cuantifica este hostelero, con el fin de dar una idea del peso insoportable que representa la factura energética en estos momentos.

«Esto es una vergüenza«, se lamenta este en su mensaje en Facebook, con una percepción clara de quienes son los responsables: «La culpa es de quien no lo está solucionando: Europa, Gobierno, compañía eléctrica«.

Muchos internautas han reaccionado a esta lamentación en su red social. «Nos hemos convertido en esclavos y aún nadie se ha dado cuenta«, comenta Juan Ricardo V., mientras que Gonzalo M. narra los efectos de esta asfixia inflacionista por la electricidad: »No paro de ver carteles de traspaso y cierres de bares y restaurantes, inasumible estos recibos de luz (robo). Por este y otros motivos, cada día hay menos emprendedores y sin ellos no se genera trabajo ni riqueza en un país«.

Como Fratini se desespera también porque todo el mundo «está callado», otros participantes en este hilo en Facebook le animan a él mismo a organizar alguna protesta en la calle, como ha hecho en otras ocasiones, como portavoz de la Asociación de Restaurantes de Benidorm y Comarca (Abreca). De hecho, no es la primera vez que levanta la voz por lo que él mismo bautizó como «el robo eléctrico« hace unos días.

«Trabajamos para nada», resume la situación, cuando le siguen llegando quejas de otros colegas de bares que han recibido facturas mensuales de importes desorbitados, 18.000 euros.