Pecados y Pecaditos

Esmeralda Marugán  

 

Vuelve el neón, con diferentes formas y colores, a vestir nuestras calles. Parece que es una buena excusa para que el comercio, y la hostelería, logren mantener a su plantilla de trabajadores.  

 

 Espero que este atractivo visual sirva para que no echen el cierre definitivo a la pequeña y mediana empresa, lo que me hace estar, este año, algo más de acuerdo de lo habitual con el gasto "extra" municipal, aunque eso no me hace olvidar que nuestra Constitución dice, claramente, que somos un país aconfesional. Considero que cada uno, y cada una, deberíamos ¨mantener¨ a nuestro Dios de manera privada, sin que por ello renunciemos al histórico de nuestras raíces cristianas. (Si así lo queremos).  

 

Un año más de La Carta Magna, esa en la que no todos los artículos se cumplen, y la que se niegan a reformar algunos, pese a que un gran número de la población ni siquiera tuvimos edad para votarla.  

 

De lo que no tengo ninguna duda es en preferir un "nacimiento gigantesco", a una bandera kilométrica, y no porque me ofenda la de mi país, pero me parece más un exceso de testosterona que de sentimiento navideño.  

 

Donde, sin duda, es un despropósito que ondee, es en el edificio emblemático de prostitución que, ostentosamente, destaca en la carretera de Valencia.  

Un clásico alicantino de recreo para "machirulos", que parece gozar de todas las bendiciones, y los permisos municipales, y autonómicos, por muy obvio que sea el tipo de "servicios" que ofrecen... Y es que lejos de ser ¨cosa de hombres¨, consiste en una de las mayores vejaciones humanas, generando, simultáneamente, impotencia y violencia contra las mujeres, pero con tantos intereses económicos, como cómplices, y evidentemente, sin ningún eximente, aunque para colmo tengan la desfachatez de desearnos una ¨buena navidad¨.  Hipocresía, machismo y amoralidad, que evidencia que no somos todos iguales ante la ley.  

 

Vamos que la señora Ayuso estaba en lo cierto al hablar de la deuda fiscal del rey emérito,  con ese desparpajo habitual que suele dejar grandes reflexiones para la historia de Madrid, y la de sus habitantes madrileños, que están, literalmente, ganándose el cielo.  

 

 

 ¡Ay majestad!, ¡Qué de cosas me gustaría pedirle que desaparecieran con el año!  Entre otras, las "cuestiones opacas" de esos ingresos que ha tenido que tomarse la molestia de pagar, y fundamente, la procedencia del dinero que le han hecho adquirir la deuda. Poca cosa...  

 

 Una de las incógnitas, por el momento, es si volverá a la casa de la que salió, o no. Lo que sí les conviene recordar a los "opositores" de ello, es que, si su hijo está en ella, es por él.  Es lo que tiene ser Rey.   

 

¡Reinas! Íbamos a ser todas nosotras, pero heredamos pesados equipajes, esos que no aligeran muchas de las sentencias judiciales, aunque sí evidencian su nula perspectiva de género, y la constante indefensión y desamparo de las mujeres maltratadas, y de sus hijos e hijas.  

 

Ha tenido que llamarnos la atención la ONU, por la utilización del falso Síndrome de Alienación Parental, y el turbio negocio que hay detrás de su aplicación.  ¿No les parece sorprendente? ¿Por qué están jugando con la integridad física y emocional de las criaturas? ¿Quién les devuelve su infancia robada?  

 

Deseo que alguno de esos fervientes defensores de "la familia", a costa de los abusos sexuales a los menores, y/o el maltrato de los hijos/as, y el de sus madres, en esta noche buena, católica o agnóstica, deje en sus mesas una silla vacía, la misma que sigue teniendo Irune Costumero desde el perverso arrancamiento de su hija, y el otros niños y niñas que, actualmente, continúan conviviendo con su agresor.  

 

No pueden existir leyes en las que se basen semejantes atrocidades, ni ministerios, ni administraciones, que no lo corten de raíz e inmediatamente. Esas son las crueldades del sistema, y otras barbaridades similares, como quienes se empeñan en el borrador de las mujeres, y no les tiembla nada el pulso con que se ¨institucionalice¨ vender nuestros cuerpos, eso sí, a poquitos, y por partes, como Jack, ¨El destripador¨.  

 

¿Alguna noticia buena? Sin duda el nuevo nombramiento de Amparo Navarro como rectora en la Universidad de Alicante. Ya lo son en la Universidad de ValenciaMavi MestreEva Alcón en la UJI de Castellón, y Rosa Sanchidrián en la Universidad Europea.  

 

Mucho trabajo les queda por hacer, porque no parece que en los últimos años les hayamos dado a nuestros jóvenes demasiada base, ni escolar, ni humanitaria, ni emocional, aunque sea bastante obvio que es la clave principal para mejorar nuestra especie.  

 

La avaricia de quienes teniendo todo, roban y prevarican, a manos llenas, dejándonos las arcas vacías para sanidad, educación, justicia, bienestar social o cultura, debe de ser algo más que un pecado, o pecadito, capital.