Modelos, periodistas, azafatas, presentadores de televisión, famosos y autónomos se unen a las colas del hambre

La situación es crítica en toda España. Las colas para esperar una cesta con alimentos han aumentado y son ya kilométricas. El empobrecimiento severo que está sufriendo la población está provocando que los Bancos de Alimentos no den abasto y comiencen a vaciarse. Las ONG alertan de que, en tres meses, se va a producir un gran estallido social si el país continúa sumido en esta profunda crisis económica.

En plena segunda ola de coronavirus, las organizaciones benéficas, que están funcionando como amortiguadores sociales, se están encontrando con que un nuevo perfil de demandante que está atravesando verdaderas penurias. Ninguno de ellos pensó que podía llegar a guardar cola para recibir un bolsa con productos básicos para comer ese día. La ruina planea ya por cualquier hogar de este país. Nadie está a salvo.

Famosos en las colas

Azafatas, modelos, periodistas, presentadores de televisión, hosteleros, autónomos, propietarios de establecimientos, empresarios del ocio nocturno y famosos se han unido a las colas del hambre. Lo revela el director de la Fundación Madrina, Conrado Giménez, quien describe un panorama absolutamente desolador.

"La gente ha aguantado hasta septiembre y ya no tienen nada. Además de familias muy jóvenes, parados, gente que están sin cobrar los ERTE y los que no reciben ayudas, tenemos azafatas, presentadores de televisión, periodistas y gente famosa. La miseria es democrática y puede afectar a todos. Estas categorías profesionales han crecido muchísimo después del verano y se han sumado a las colas del hambre. Vienen todos los días. Y lo más grave es que estamos desabastecidos, si no se nos ayuda esto va a acabar muy mal y va a haber un estallido social con robos y delincuencia. Antes de la pandemia atendíamos a 400 familias al mes y ahora repartimos a 3.500 personas al día y el Gobierno de Pedro Sánchez está desentendido. Sólo saben hacer ingeniería social que no vale para nada. El Estado no está haciendo nada. Jamás hemos recibido una ayuda pública y lo que venden con los subsidios es pura propaganda política. La Administración General está cerrada, no funciona. ".

Claudia Restrepo es azafata de tierra y trabajaba en Barajas. Fue despedida durante el primer estado de alarma en España y se ha visto con un bebé sola y sin poder cobrar el paro porque "no le daban los meses para poder pedir la prestación". Ahora acude a la Fundación Madrina para obtener los productos de higiene para su hija y alimentos básicos. "Me ha acogido una amiga en su casa. No tengo pareja y no he cobrado aún ningún subsidio del Estado. Llevo así desde hace cinco meses. Es muy duro. Si no fuera por la Fundación Madrina no podría ni comer. Jamás pensé llegar a esta situación. Es muy triste", transmite Claudia a este diario.

Al presidente de la Fundación Madrina le impactan la entrada en las colas del hambre de demandantes que antes no había visto. Habla con ellos y los escucha a diario. Estos profesionales no encuentran trabajo para reinventarse en una España en caída libre en destrucción de empleo. "Hay una modelo muy famosa que habla cuatro idiomas. No puedo decir quién es. Ella viene a diario. Hay muchísimos rostros conocidos y famosos de realitys de Telecinco. Cantantes que han sido número 1 en programas como La Voz. A todos ellos se les está dando alimentos y productos de bebé a los que tienen hijos".

Las historias que hay detrás de cada persona que oculta su rostro en las colas del hambre son realmente estremecedoras. Uno de estos testimonios desgarradores es del de Victoria Argüello. "No nos llega para dar de comer a mis hijos". Su pareja es mileurista y ella está sin trabajo. Las cuentan no le salen y "el día 15 ya no tienen nada". También acude a la Fundación Madrina para recibir ayuda alimentaria y material de higiene para su bebé que nació hace seis meses.

"Está siendo muy difícil. Nos están ayudando nuestros padres a pagar las facturas, si no no sé qué haríamos. No estoy percibiendo ninguna ayuda económica del Estado, la Administración no me coge el teléfono. Es un verdadero desastre, no sé con quién hablar ya. Me dicen que lo haga por internet y después no contestan ni tramitan nada. Estamos abandonados", cuenta muy indignada a Libre Mercado.

Desde lentejas a pasta hasta leche en polvo, café o arroz empaquetan los voluntarios de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL). Trabajan a destajo y distribuyen alimentos por toda España. "Estamos asustados con lo que va a venir. Hablamos de cifras similares a la de la crisis de 2008 y el problema es que necesitamos más donaciones. Estamos en una situación complicada y nuestro temor es lo que pasará en los próximos meses", informa Ángel Franco, director de comunicación de FESBAL a este diario.

El Banco de Alimentos de Barcelona también ha dado un golpe en la mesa y ha pronosticado una gran catástrofe y quiebra social si las solicitudes y llamadas de socorro alimentario siguen creciendo. "Los Bancos de Alimentos catalanes están al límite y si continúa aumentando la demanda, el volumen de productos que podrán distribuir puede llegar a ser irrelevante en relación a las necesidades de una persona. Desde que se inició la pandemia los Bancos de Alimentos catalanes han visto crecer las peticiones de alimentos más de un 40%, teniendo que hacer un gran esfuerzo para llegar a todos", ha declarado contundentemente Lluís Fatjó-Vilas, el director de la organización benéfica catalana durante contundente la presentación de la 12ª edición del Gran Recogida de Alimentos.

Igualmente, Elena Doria, responsable de comunicación del Banco de Alimentos en Madrid, confirma que hay escasez y que las colas de espera en las ONG han aumentado de longitud de forma muy crítica. "Estamos atendiendo a 190.000 personas diariamente en la Comunidad de Madrid y repartiendo comida a 540 entidades benéficas. Pensábamos que la cosa se iba a tranquilizar pero no ha sido así. No damos abasto. Antes movíamos un millón de kilos al mes y ahora estamos repartiendo dos millones. Hemos duplicado la demanda. Necesitamos más donaciones urgentemente", sentencia.

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