Más de 80 sociedades científicas piden a los políticos que se pongan de acuerdo y no paren la vacunación

82 sociedades científicas, que reúnen a más de 200.000 profesionales sanitarios, han lanzado un contundente mensaje a la clase política: "La vacunación debe quedar fuera del debate político y no debe suspenderse sin atender a criterios puramente científicos ni de forma impulsiva". Es la principal demanda que han plasmado en los once puntos de un manifiesto con el que han culminado el segundo Congreso Nacional de Covid, celebrado esta semana en España, en el que instan a las autoridades a vacunar y a los ciudadanos a vacunarse.

En una dura crítica contra los gobernantes, los firmantes reclaman una mejor coordinación entre territorios, que les permita "llegar a un acuerdo rápido" a fin de garantizar el control de la pandemia. Además, demandan que "no se cultive el miedo" e insisten en la necesidad de que las administraciones coordinen sus políticas y también sus mensajes para generar confianza y “trasmitir un mensaje de colaboración y cooperación entre todos como la mejor forma de ganar a la pandemia”. “La sociedad pide transparencia. Y la transparencia supone contar a la sociedad las nuevas evidencias que se van obteniendo", resaltan, mientras subrayan que "corresponde a los expertos, y no a los políticos, traducir los matices en recomendaciones”.

Destacan también la importancia estratégica de la investigación, ya que, aseguran que solo de la ciencia y la innovación han llegado las soluciones a la pandemia. Las sociedades científicas también piden que se destiene más recursos a la Atención Primaria y Hospitalaria y que se subsanen las deficiencias laborales crónicas del Sistema Nacional de Salud. En materia de gestión sanitaria instan a desarrollar "un debate sobre la atención socio-sanitaria a personas mayores” tras la implantación de nuevas modalidades asistenciales, como es el caso de la telemática.

Por último, las sociedades subrayan la necesidad de mejorar la comunicación de las decisiones sanitarias y admiten que a los científicos y sanitarios "aun les queda mucho por aprender" en este terreno para transmitir "información comprensible, clara, oportuna, conveniente y rigurosa". Aunque, en este sentido, insisten en que "de poco servirá" hacerlo si los mensajes públicos "se utilizan como ariete político y no como herramienta de prevención, información y sensibilización social”.