Los testigos de la agresión de Errejón: "Fue muy violento e iba con los ojos como un dragón"

Los dos testigos que presenciaron la presunta agresión de Íñigo Errejón a Alberto, un vecino de Lavapiés de 67 años, corroboran la versión de los hechos aportada por la víctima y aseguran al diario El Mundo que el líder de Más País les pidió que no llamasen a la Policía antes de huir. Como consecuencia del golpe recibido en la barriga, el denunciante sufrió una hernia inguinal que le ha obligado a interrumpir el tratamiento de quimioterapia que recibía para tratar el cáncer de colón que padece desde hace un año.

Según cuenta el primer testigo, todo ocurrió el pasado 2 de mayo cuando Alberto y un amigo salieron del bar La Pianola de la calle de la Fe de Madrid a las 22:45 horas. Cuando iban camino de sus respectivos domicilios, se cruzaron con el diputado y la presunta víctima le preguntó si se podía hacer una foto con él. "Errejón le dijo que no y le señaló que no estaba trabajando, y Alberto le contestó: 'Que sepas que en las redes sociales no te voy a poner bien'", explica uno de los presentes.

"En ese momento, sin mediar palabra, Errejón le dio una patada en el estómago a Alberto que le tiró para atrás y mi amigo se puso malo y gritó: 'ay, ay, ay' del dolor", añade Miguel Ángel, el segundo testigo. "Fue muy violento e iba con los ojos como un dragón", asegura.

"Los amigos de Errejón empezaron a decirle 'vete de aquí, vete de aquí' y a decirnos que no llamásemos a la Policía. Yo llamé al 091 mientras uno de los acompañantes de Errejón, de raza negra, empezó a montar trifulca y se subió a un taxi. Querían desviar la atención hacia esa persona mientras que el otro se escapaba. Esto fue lo que pasó y es la realidad", concluye su relato. "No puede quedar así. Fue una atrocidad y es algo por lo que debe pagar Errejón. Es una agresión y no podemos consentir que nos pateen".

A pesar de los detalles aportados por ambos testigos, el diputado de Más País aseguró ayer que se trata de una acusación "falsa" y aclaró que, en todo caso, declarará ante el juez cuando sea necesario. Según su versión de los hechos, Alberto y su amigo comenzaron a gritar y a insultarle. Por eso, se habría negado a hacerse el selfie y optó por marcharse. "Siempre me piden con mucha frecuencia fotos por la calle. Casi siempre con muy buen ánimo, y me las hago siempre. Otras veces no es con buen ánimo. En esos casos, cuando entiendo que la situación puede ser un poco incómoda, opto por negarme", se excusó.

Para Miguel Ángel, uno de los testigos, "que diga que es mentira lo que ha hecho es algo muy patético". A su juicio, "Errejón no puede ir condenando la violencia y luego ir pegando a la gente por ahí". Por eso, confía en que la verdad salga a la luz. Miguel Ángel, que además confiesa ser votante de izquierdas, asegura que la víctima está muy fastidiada: "Alberto es una persona que tiene cáncer y que ha aportado informes médicos de lo que le ha producido la patada. Nosotros no contamos mentiras. No se grabó nada porque no hubo tiempo para sacar los teléfonos".

Sobre el tiempo que han tardado en salir a la luz los hechos, los amigos de la víctima explican al diario El Mundo que si el caso ha tardado más de un mes en difundirse es por recomendación del abogado de Alberto y niegan haberse puesto en contacto con ningún partido político para contar lo sucedido a dos días de las elecciones autonómicas.