Los martes al sol

“Todos preocupados por el cambio climático mientras siguen aumentando las cifras del paro”

Leopoldo Bernabeu

Da la sensación que si estos días no habla uno del clima y su cumbre es casi como si estuviera formando parte del colectivo de negacionistas. Reconozco que la edad me proporciona un poquito más de madurez y lo certifico al ser capaz de ver, leer y escuchar todo lo que se dice en torno al tema, mucho de ello apocalíptico, antes de emitir una opinión.

Siempre he sido escéptico en este manido asunto del cambio climático, me agobia escuchar a tanto abominable. Pero esto no evita que me aplique con criterio los controles que permiten mi exigua colaboración en esta especialidad tan de moda, a pesar de que no aguanto que algunos catastrofistas estén todo el santo día vaticinando el fin del mundo de tal manera, que de la sensación de que nos quedan cuatro días para asarnos como lindos pollos dando vueltas.

Y digo todo esto como entrada de este comentario, porque siendo como es el tema estrella de la semana para la gran mayoría de medios de comunicación interesados en silenciar la verdadera hecatombe que se aproxima, para mí, informativamente hablando, no lo es. Ni mucho menos.

Mucho más peligroso que el cambio climático, al menos para los españoles y a corto plazo, es el avance de las negociaciones entre quienes han formado parte de la senda marcada por la Constitución Española, el PSOE de siempre, y quienes quieren destruir todo lo construido por muchas generaciones en los últimos 500 años, dícese de catalanes republicanos de izquierda, vascos nacionalistas pro-etarras y comunistas destructivos de la más que evidente historia reciente.

Y digo PSOE de siempre, porque me niego a meter a todos los honorables que han formado parte de ese centenario partido. Porque a las desautorizadas y sensatas voces que ya se han sumado al clamor de la barbaridad que se está a punto de concretar, estoy seguro que muchos de los hoy integrantes de las diferentes ejecutivas no estarán tampoco de acuerdo con la deriva actual del personaje al que han dado el liderazgo de su partido. El problema es el de siempre, el sueldo tira mucho y la formación es muy exigua. Dame pan y dime tonto. Antes la pasta que los principios y los problemas de España que los arreglen otros. Este es el resumen de para lo que ha quedado la actual política española, sus valores y su ideología.

125.000 nuevos parados en los dos últimos meses

A lo que iba. Mientras nos entretienen con los problemas del clima y siguen negociando la descomposición de la nación, acabamos de ratificar que la crisis es una jodida realidad y que las cifras del paro siguen creciendo. A los 100.000 desempleados del mes de Octubre, se le acaban de unir más de 25.000 nuevos compañeros en la empresa del INEM. Los peores datos desde que empezamos a remontar la brutalidad histórica que sacudió España hace poco más de 10 años y que, al parecer, a nuestros actuales dirigentes, parece ser que se les ha olvidado. Siguen con sus brotes verdes.

Quienes todavía no quieren ver aquí una desaceleración en toda regla, es porque no les interesa decir la verdad. Añado que hay mucho miserable que vive más cómodo en la mentira e que incluso les beneficia. Pues aunque es cierto que no estamos todavía ante una crisis de las dimensiones ya conocidas, no lo es menos que, políticamente hablando, no estamos haciendo absolutamente nada por parar una situación que muchos ven venir desde hace meses y que, esta sí, se podría cortar en seco con gente eficaz dirigiendo los destinos de este país.

Ni siquiera unas nuevas elecciones han servido para algo. Era de prever. Los mismos actores en el mismo escenario, poca novedad podríamos encontrar en esa previsible y fracasada función. Inexpertos y poco honorables estos imberbes que nos toca padecer. Culpa de todos. Estos sólo representan a la perfección el papel que de ellos se podía esperar, nada. Mientras la gente que vale, con currículum, experiencia y éxito, siga negándose a participar en política, estaremos abocados a soportar lo peor de la sociedad. Los inútiles, fracasados y la gente que nada tiene que perder, será la que ocupe las listas de los principales partidos. No sucede esto en muchos otros países.

Gran culpa de esto lo tenemos también los medios de comunicación, criminalizando sin dar ni siquiera los buenos días a todo aquel que decide dar un paso y adentrarse en política arriesgando su prestigio y su patrimonio. Es lógico por tanto que nadie con dos dedos de frente quiera afrontar esa responsabilidad. Se está mucho mejor en la empresa que te da de comer, te evita problemas y te hunde la imagen para lustros.

Pablo Casado y el PP deben dejar gobernar a quien ganó las elecciones

Nos guste más o nos guste menos, Pedro Sánchez ganó las últimas elecciones. Creo que el paso dado por Inés Arrimadas ofreciéndose a apoyar un Gobierno de constitucionalistas con amplia mayoría de diputados en la cámara, es lo que toca, lo más correcto. Es más, si esto mismo lo hubiera hecho Albert Rivera en Abril, hoy sería Vicepresidente del Gobierno y no un recuerdo de lo que pudo ser y ya no será.

No estoy de acuerdo en la cerrazón de Pablo Casado, creo que su obligación sería la de abstenerse y dejar gobernar al más votado, es el principio de la democracia. De esta manera contribuiría también a que se detuviera de inmediato la negociación con independentistas y otras malas hierbas. No hacerlo sería un error por parte del PP y no nos dejaría comprobar a todos los españoles hasta que punto está dispuesto Sánchez a continuar con esas perversas negociaciones. Pablo Casado tiene que dejar de pensar en cálculos electorales y empezar a pensar en el futuro de España.

Dejar gobernar al PSOE de Pedro Sánchez no es apoyar al Ejecutivo, es sacar al país de la interinidad y que se aprueben unos nuevos presupuestos. Una vez suceda esto, tiempo habrá para tomar decisiones. Pero si se empeña el PP en su actitud de obstruir el inicio de la Legislatura, no sólo estará permitiendo la llegada al gobierno de los antisistema, sino que le terminará pasando una grave factura. Al tiempo.

Sube el paro, se frena la creación de empleo, se enfría la economía, se ralentiza la industria, se para la llegada de turistas…¿qué más necesita esta cegada clase política para darse cuenta que tienen que ponerse de acuerdo?. ¡Claro!, como ellos, llueva o haga sol, se llevan 6.000 euritos del ala todos los meses a casita, que se apañen los demás. La seguridad social quebrada, la hucha de las pensiones con telarañas, la deuda pública desbordada, y aquí preocupándonos de las inclemencias meteorológicas. Pues nada, vuelvan ustedes a votarles cuando se presenten de nuevo, que lo harán, no saben hacer otra cosa.