La tormenta perfecta de la economía se aproxima a marchas forzadas

Se aproximan tiempos de menor crecimiento y aumento de tipos de interés


Leopoldo Bernabeu. CONTIGO Benidorm

“Me sorprende, tengo que afirmarlo, la facilidad con la que los españoles olvidamos lo vivido. La última crisis económica, esa que hundió la economía, cerró millones de empresas, llevó al paro a seis millones de personas y nos dejó las peores imágenes sociales que yo recuerdo, sucedió hace solo 10 años”

Dice la sabiduría popular que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver. Yo añado que no hay peor sordo que aquel que no quiere escuchar. Me advierten mis amigos que escribo para casi nadie porque casi nadie lee, y menos mis artículos que suelen ser prolijos. No es mi problema. Mi obligación es hacerlo y gracias a ello mi conciencia me permite dormir, algo que aprendí de mi padre.

La desaceleración llega a la creación de empleo

“La desaceleración llega a la creación de empleo. Los trabajadores afectados por ERE se disparan un 26% en lo que va de año. El optimismo empresarial se enfría. El estado español está hipotecado en más de 1,2 BILLONES de euros a devolver en medio siglo. Las reformas de Sánchez ya minan la capacidad del PIB para crear empleo. El parón de la industria alerta de la llegada de una nueva crisis y el sector del automóvil es uno de los más afectados. Las fábricas pierden empleo por primea vez desde 2012”.

Los trabajadores afectados por ERE se disparan un 26% en lo que va de año

¿Creen que se aproxima el apocalipsis, o que estos son titulares que me acabo de sacar de la chistera?, pues no. Lo primero depende de nosotros y de aquel al que le demos la vara de mando de la gobernabilidad de nuestro país dentro de unos días. Lo segundo es una recopilación de titulares de prensa, de diferentes medios de comunicación de carácter nacional de los últimos cuatro meses. Es lo que tiene leer mucho, guardar más, repasar a conciencia, recopilar datos y extraer conclusiones. Sinceramente les digo que no me eran muy necesarios para emitir una opinión que tengo creada desde hace tiempo, pero sí me apetecía ponerlos en su conocimiento para que, al menos a mí, no me digan que se equivocaron con su voto y aceleraron la llegada de ese apocalipsis que ya asoma y cuyas consecuencias lamentaremos toda la clase media y baja de este país todavía llamado España. Me sorprende, tengo que afirmarlo, la facilidad con la que los españoles olvidamos lo vivido. La última crisis económica, esa que hundió la economía, cerró millones de empresas, llevó al paro a seis millones de personas y nos dejó las peores imágenes sociales que yo recuerdo, sucedió hace solo 10 años. Pues bien, tengo la desagradable e incomprensible sensación de que a muchos ya se nos ha olvidado. Me da escalofríos ver la ligereza con la que conocidos míos se meten de nuevo en hipotecas, letras de coches y gastos varios, a pesar de depender de un salario y tener hijos a cargo. Vértigo, y más con la que se aproxima.

El optimismo empresarial se enfría

Tenemos que devolver, las próximas generaciones, 1,2 BILLONES de euros a aquellos que nos los han prestado gracias a los manirrotos que nos han gobernado en los últimos muchos años, pero sobre en los últimos 10. Pues a pesar de que los ingresos fiscales han crecido y mucho en desde 2014, en tan sólo dos lustros hemos multiplicado por 3 lo que debemos a todo el mundo, pasando de una deuda en 2007 de 400 mil millones, a 1,2 Billones con B en 2019. Ojo, sólo en intereses tenemos que devolver 272.000 millones de euros de aquí al año 2.066. Y será así sino seguimos pidiendo préstamos con esa alegría con la que se gasta uno lo que no es suyo y como si el dinero no hubiera que devolverlo. Sólo si Papá Estado deja la tarjetita de crédito tranquila unos años, se podrá controlar la hemorragia, aunque todos los datos indican, si nos atenemos al personaje que ocupa ahora la Moncloa, que no va a ser así. Porque entre obras, subvenciones y vencimientos de deuda, en España nos hemos estado haciendo trampas al solitario durante muchos años. Cuando veas las barbas de tu vecino mesar, pon las tuyas a remojar. Advertencia para todo tipo de aventureros. Se aproximan tiempos de menor crecimiento y aumento de tipos de interés, en conclusión: la tormenta perfecta.

El estado español está hipotecado en más de 1,2 Billones de euros a devolver en medio siglo

Y mientras todo esto sucede, nuestro alucinado presidente del Gobierno, un señor que en una democracia desarrollada estaría a buen recaudo en un centro psiquiátrico, incrementa de golpe el salario mínimo interprofesional un 22,3%, la mayor subida desde 1.977 y consigue varias cosas a la misma vez, todo un genio. Que se prevea ya una bajada en la creación de puestos de trabajo de hasta 90.000 empleos menos en 2019, gracias a que esa misma subida se ha trasladado también al coste medio por trabajador en seguridad social, lo que obliga a miles de pequeños empresarios a deshacerse de parte de su plantilla o, en el mejor de los casos, a reducir su contrato a media jornada. Esto detraerá la creación de empleo este año al 1,8% como mucho, habiendo estado en el 2,6% en 2018, el 2,8 en el 2017, el 3% en el 2016 o el 3,2% en el 2015. Con el añadido que la barrera psicológica del 1,5% es la que se considera como la línea roja para el inicio de una nueva crisis económica. Para 2019 se estima que en total se crearán 150.000 empleos menos que en 2018, que ya fue un año peor que 2017, sobre todo en los dos últimos trimestres. ¿Y quién estaba gobernando en esos últimos seis meses?. El señor Sánchez no ha tenido ningún problema en incrementar los costes a las empresas, situándose estos en 6,6 puntos más que la media española o 13 puntos más que en países como Reino Unido e Irlanda. Luego nos preguntamos porque los jóvenes no se lanzan a la creación de nuevas empresas. Es una aventura de altísimo riesgo.

Las reformas de Sánchez ya minan la capacidad del PIB para crear empleo

Y como colofón a este relato de noticias positivas y muy esperanzadoras, destacar que el sector industrial entró en recesión técnica en el cuarto trimestre al caer su actividad un 0,9%, consiguiendo 3 trimestres consecutivos a la baja en el conjunto del ejercicio 2018. Los expertos ya avisan de que el parón industrial puede afectar a otros sectores y anticipar la ralentización general, pues ya se sabe que cuando la industria de este país estornuda, el resto de la economía se resfría. El dato más que más escuchamos es el que nos recuerda que las ventas en el sector del automóvil llevan seis meses en caída libre. La industria, y aquí lo dejo, fue el único sector que destruyó puestos de trabajo el año pasado, más de 3.000, anticipando lo que está por venir.

El parón de la industria alerta de la llegada de una nueva crisis y el sector del automóvil es uno de los más afectados

Informados y avisados todos, que cada palo aguante su vela y cada cual sepa a quien votar este próximo 28 de abril. Lo que está claro es que Don Pedro Sánchez, que tiene todos estos datos encima de su mesa, no sólo hace caso omiso, sino que se ha dedicado a incrementar, además del mencionado Salario Mínimo Interprofesional, la mejora de las pensiones y el incremento salarial a los 3 millones de funcionarios, la oferta de empleo público en 33.000 nuevas plazas, sin querer escuchar la crisis que se está larvando en Francia, chalecos amarillos incluidos, y que ya no tiene más remedio que adelgazar la elefantiásica administración pública que le dejaron en herencia los socialistas Miterrand y Hollande, sus colegas ideológicos.

Las fábricas pierden empleo por primea vez desde 2012

El irresponsable presidente del Gobierno que tenemos, no sólo no quiere saber nada de la tormenta perfecta que se aproxima, sino que sigue incrementando la factura a pagar por todos los españoles, con sus mediáticos viernes sociales, que no son otra cosa que la compra selectiva de votos particulares a colectivos de todo tipo y condición. Y todo esto en un país formado, culto y adulto, nunca podría ser premiado, sino todo lo contrario. Pero España es así, dame pan y dime tonto. Y así nos va. Mucha suerte.