La OMS se inclina por el origen animal del virus pero no despeja ninguna incógnita

Muchas preguntas y ninguna certeza. El informe que este martes ha publicado la OMS sobre el origen del COVID no despeja las principales incógnitas acerca de la peor pandemia en un siglo y dibuja un nebuloso horizonte de incertidumbre que, a buen seguro, dará alas a los teóricos de la conspiración.

El estudio de la misión enviada a China por el organismo internacional es más bien un cálculo probabilístico que una demostración con conclusiones sólidas. Los investigadores estiman que el coronavirus saltó "muy probablemente" desde un animal, como el pangolín, la civeta o el murciélago, al humano a través de un huésped intermedio, que todavía se desconoce. Sin embargo, los propios firmantes apuntan que "ninguno de los virus que se han identificado en estas especies es suficientemente similar al SARS-CoV-2 como para que sean sus progenitores directos", explica el informe. "Más de 80.000 muestras de animales silvestres, ganado y aves de corral se recolectaron en 31 provincias de China y no hubo resultados que pudiesen identificarse con el nuevo coronavirus", añade.

Otra de las hipótesis (aunque menos probable) es que se tratase de un animal congelado. La misión revela que justo antes del cierre del célebre 'mercado húmedo' de Huanan, en Wuhan, que se ha considerado como el lugar de partida del nuevo virus, se tomaron y examinaron 923 pruebas medioambientales, de las cuales 73 dieron positivas. "Esto revela una contaminación generalizada de las superficies con el SARS-CoV-2, compatible con la introducción del virus a través de personas, animales o productos infectados", explica. Se detalla que el suministro del mercado incluía productos de animales de más de 20 países conservados en una cadena de refrigeración, lo que incluye algunos que dieron positivo al SARS-CoV-2 antes del final de 2019 o en los que se encontraron "familiares cercanos" de este virus.

Tampoco han averiguado los enviados de la OMS la procedencia de ese supuesto espécimen. El mercado de Huanan, donde se comerciaba con especies exóticas en pleno centro de Wuhan, parece descartado. Los investigadores postulan que ese espécimen debería provenir de alguna granja de animales del sur de China. "En este momento no se pueden sacar conclusiones firmes sobre el papel del mercado de Huanan en el origen del brote o sobre como la infección habría llegado al mercado", recalca el informe en uno de sus pasajes.

Más adelante, los científicos señalan que estudios de distintos países apuntan a que el SARS-CoV-2 puede haber circulado varias semanas antes de que se detectara el primer caso en Wuhan. Esto podría sugerir "la posibilidad de una circulación ignorada en otros países", dice el informe, que considera importante investigar esos casos anteriores. Una de las narrativas más comunes de las autoridades chinas ha sido que el virus no se propagó desde Wuhan, sino que llegó allí desde otro lugar.

Por último, y pese a que en Wuhan existan tres laboratorios que trabajan con coronavirus (entre ellos el Instituto de Virología de Wuhan, uno de los dos de máximo nivel que hay en China), la misión de la OMS, ve como la "más improbable" de las hipótesis la del escape accidental (la de la liberación intencional ni si quiera se ha considerado). El informe indica que el coronavirus de murciélago mencionado, el más próximo al SARS-CoV-2, era estudiado en el Instituto de Virología de Wuhan y que el centro de control de enfermedades de las ciudades se cambió de sede el 2 de diciembre de 2019, un momento en el que los trabajos de laboratorio pueden sufrir perturbaciones. Sin embargo, y adhiriéndose a la versión china, señala que los tres laboratorios de Wuhan que estudiaban coronavirus tenían altos niveles de bioseguridad, que no se reportaron incidentes en la mudanza del 2 de diciembre y que ningún genoma en ellos era idéntico al SARS-CoV-2.