La Marina Baixa se acerca a máximos históricos en sus embalses tras los periodos de lluvia

La Marina Baixa tiene agua para rato.  La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha realizado un análisis sobre la situación actual de los recursos hídricos en su demarcación y valora como muy favorable la situación actual del volumen de agua almacenado en los embalses. Es el caso de los dos de la comarca: el de Guadalest y el Amadorio. Así, según ha informado la entidad, roza máximos que no se veían en los últimos años. Se refieren a los datos que se obtuvieron el pasado 9 de mayo, una vez habían pasado los episodios de lluvia más largos que han permitido a los ríos seguir llevando agua a los pantanos.

De este modo, las cifras aportadas por la CHJ señalan que tiene un volumen almacenado de 25,5 hectómetros cúbicos, "cercano al máximo histórico" y estando "prácticamente con el máximo volumen permitido por las normas de explotación, tanto en el embalse de Guadalest, como en el de Amadorio", dice la entidad. Esto supone que están entre los dos al 88,3%. Por separado, el informe de esta semana lo deja al 86,29% el de la Vila, mientras que el de Guadalest se queda en un 90,85% sobre el total de su capacidad.

Por lo que respecta al análisis hasta el 1987, último año que estudia la CHJ, se trata del tercer valor más alto, después de los 27,4 hectómetros cúbicos almacenados en 1990 y los 27 hectómetros cúbicos de 1991, tal y como se puede observar en la tabla que viene a continuación.

Como consecuencia, está por encima de todas las medias, la de los últimos treinta años se sitúa en 15,6 hectómetros cúbicos; la de los últimos 20 años es de 18,1 hectómetros cúbicos; mientras que la de los últimos diez años se queda en 16,5 hectómetros cúbicos. Igualmente, esto permite conocer la evolución del estado de los embalses de la Marina Baixa, destacando el periodo de sequía del inicio de los 2000.

En febrero de este año la situación hídrica de la comarca no era tan positiva. Es más, llevaba desde octubre de 2021 en prealerta por sequía, a la espera de las lluvias que finalmente llegaron. El Amadorio se encontraba al 34,03% de su capacidad, con 5,39 hectómetros almacenados, de los 15,8 que permite, y se preparaban a tomar medidas adicionales para garantizar el abastecimiento.

Sin embargo, la situación tres meses después ha cambiado. Esto se debe, según la CHJ, a la elevada pluviometría a partir de 1 de marzo de 2022 del presente año hidrológico 2021/22, que ha conducido a unas aportaciones hídricas muy elevadas en todos los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar. A excepción de los casos de Alarcón y Contreras, en los que las aportaciones han sido inferiores a la media, pero contaban con un volumen almacenado muy importante del año anterior.

Como se puede observar en el gráfico inferior, la evolución del agua almacenada en la comarca desde octubre partía de números muy bajos tras sufrir un otoño especialmente seco. Tampoco tenía mucho de dónde tirar porque la Marina Baixa ha acumulado dos años de bajas precipitaciones, que durante los últimos dos meses ha dado la vuelta.