La exposición sexual de Valencia ha permanecido guardada diez años tras un polémico estreno

ABC.- Jávea (Alicante). Verano de 2008. Una exposición ubicada en el paseo de la avenida Marina Española genera una fuerte controversia entre vecinos y turistas. Aunque se la calificó entonces como la «muestra del Kamasutra» por lo explícito de las escenas sexuales que recreaba, en realidad se trataba de la exposición inspirada en los dibujos de la cerámica popular griega del escultor Antoni Miró que la Generalitat, a través de su Presidencia, ha rescatado después de diez años guardadas en un taller para la Marina de Valencia, uno de los principales espacios turísticos de la ciudad.

La decisión de incorporar la serie «Suite erótica» ha sido del comisario de la muestra, Fernando Castro, para quien resulta «interesante que se cree polémica sobre las imágenes del amor y el erotismo que vienen desde los griegos y de Roma. Parece como sin nos preocupara más el erotismo que la corrupción o el terrorismo».

Al igual que sucedió hace diez años en la localidad alicantina, la muestra, que incluye una docena de piezas que exhibe escenas sexuales explícitas como felaciones o masturbaciones, ha desatado la polémica. Su emplazamiento en una zona concurrida por familias con sus niños ha abierto un debate ciudadano en el que las Administraciones públicas han optado por no entrar. Las esculturas forman parte de la exposición «Antoni Miró en la base» que se inaugurará el próximo 25 de septiembre en la Marina de Valencia.

La muestra ha sido impulsada por la Presidencia de la Generalitat, mientras que el catálogo correrá a cargo de la Conselleria de Cultura. A día de hoy no ha trascendido el coste que supondrá la exposición para las arcas públicas del Gobierno autonómico, que han apostado en los últimos meses por Antoni Miró, quien inauguró otra muestra sobre el Tribunal de las Aguas el pasado mes de junio, en las Atarazanas de Valencia, muy cerca de la Marina, impulsada por las Consellerias de Transparencia y Cultura junto al Ayuntamiento.

Conforme sucedió en Jávea, una Administración gobernada por el PSPV-PSOE y Compromís vuelve a apostar por Antoni Miró, un artista postergado en la etapa del Partido Popular. Hace diez años, la Concejalía de Cultura del municipio alicantino estaba digirida por el Bloc, que defendió la «calidad artística» de la muestra y su emplazamiento en pleno paseo marítimo, pese a las quejas de vecinos, veraneantes y de la oposición, que planteó que se trasladara a un recinto cerrado. La controversia generada en el municipio turístico llegó entonces a suscitar la atención de medios de comunicación internacionales.

Joan Ribó zanja del debate

En esta ocasión, los dirigentes políticos valencianos han optado por limitar la polémica al ámbito del debate artístico. El único que se ha pronunciado hasta la fecha ha sido el alcalde de la capital del Turia. Según Joan Ribó, «pensamos que puede ser discutible para algunos, para otros es una cuestión totalmente normalizada».

Así, ha señalado que La Marina es un consorcio formado por Generalitat, Estado y Ayuntamiento que tiene «libertad de acción sobre estos temas» y, por tanto, el consistorio «no dice ni que sí ni que no, respeta su funcionamiento».

Tanto el artista como los promotores de la exposición no se plantean un cambio de ubicación de la exposición, situada al aire libre desde el pasado fin de semana.