Feliz 14 de febrero por Esmeralda Marugan

Por Esmeralda Marugan

No había cumplido 15 años cuando ya escribía a media rima, y sin luz, preguntándome qué era el amor, y le hablaba a él directamente, como si fuese el mismísimo Pedro Ruiz, desde TVE, conectado con Dios.  

La respuesta me llevaba a enredos, y laberintos, con nuevas preguntas. De hecho, me confieso muy de Luis de Góngora, y la mejor nota en literatura que he logrado, fue gracias a Laura, el amor de Francesco Petrarca...  

 No sé si fueron ellos, mis clásicos, los que más influyeron en mis monólogos con Eros y Cupido (soy muy devota de los dos), o ya venía adoctrinada por los cientos de fotonovelas que llegaron a mis manos años antes. Las devoraba de día y de noche, hasta tal punto que mi madre me castigó prohibiendo la luz en el dormitorio (después de las 9 de la noche), y de ahí mis escritos sin ella.  

En el primer curso del instituto tuve el privilegio de ser invitada a "Cita a las 3 con 3" en la Cadena Ser. Lo presentaba Pepe Domingo, y como bien decía la publicidad de su programa, con -Alarcos, Rodríguez y Castaños.  Se trataba de recitar 2 poesías propias. La primera la empecé con interrogación - ¨ ¿Qué es el amor? Es sufrimiento, es dolor, es un loco palpitar de mi corazón inquieto... Lo dicho, destino...  

La siguiente reivindicaba ser yo - "Nos enseñan a hablar repitiendo lo que dicen los demás, a andar en un tacatá, y a no pensar diferente a lo que nos obligan a aprender"- Más o menos era algo así...  

Ambas les sorprendieron por la seriedad, y el compromiso, que contrastaban con mi aspecto de recién llegada a la adolescencia, y el añadido de que, por más rímel de aquella clásica marca de "PINAUD", que utilicé en ese momento, no logré aparentar mis 14 años, aunque en mi cabeza añorara los 15, y dejar mi cuerpo abrazar, como cantaba Mari Trini.  

 Paradoja de la vida es que años después, y desde la buhardilla del autor de esa canción, que era Patxi Andión, escribiera el principio del programa " Verde Esmeralda” hace 3 décadas… Y aunque no seguí su consejo, me insistió en recopilar ese, y los siguientes, para un libro de poesía erótica desde el rastro de Madrid.  

Hoy sigo usando falda de capa, y a veces se me seca la garganta, aunque ya no vivo bajo ese cielo, pero cada día, sea o no San Valentín, me "enamoro del amor". La ventaja de ahora es que no me valen las maldiciones bíblicas, y quiero querer, y que me quieran, sin poner la otra mejilla, y sin hacer, ni que me hagan, llorar.  

Amar es dar, pero no está en el cromosoma XX en exclusiva, lo que sí es excluyente es que sea para el aprovechamiento, utilización y abuso del XY.  

 Valentín un era sacerdote-santo que logró, con su amor, el milagro de devolver la visión a la hija del juez de la cárcel, en la que el emperador Claudio II le encerró previa a su ejecución, y quien nos dejó su historia como regalo religioso, y de seguido, comercial.  

Pero el amor no requiere de muertes, ni de esclavas, por más que al patriarcado le haya interesado hacer propio, y a su manera, algunas interpretaciones del Antiguo y del Nuevo Testamento.  

El amor que no hace bien no es amor.  Como diría Lope de Vega: ¨Quien lo probó, lo sabe¨.  

Feliz 14 de febrero