España se estrena en la Eurocopa con un inquietante empate ante a Suecia

España empató a cero ante Suecia en su debut este martes en la Eurocopa en el sevillano estadio de La Cartuja. Pese a que el dominio del conjunto español fue arrollador, sobre todo en la primera parte, este no se tradujo en goles que lo convirtieran en victoria.

Olsen, el portero sueco, salió como héroe de los suyos con dos intervenciones clave que valieron el empate. En la primera parte exhibió reflejos sacando una mano milagrosa para evitar un tanto de Olmo de cabeza. En la segunda, volvió a blocar otro testarazo a bocajarro, esta vez de Moreno, cuando España se lanzaba a la desesperada a por un 1-0 que no llegó.

Llegó el día. Se acabaron las pruebas, los experimentos y los rumores. En su primer partido de la Eurocopa, Luis Enrique lo tenía claro: Unai Simón; Marcos Llorente, Pau Torres, Laporte, Jordi Alba; Rodri, Pedri, Koke; Dani Olmo, Ferran Torres y Morata. El once titular para poner fin, al menos de inicio, a las dudas en torno a la portería, el centro del campo y la delantera.

Con estos mimbres, en la calurosa noche de una Sevilla a 31 grados de temperatura, España decidió arrancar de forma arrolladora. Tomó la pelota, se encomendó a un Koke imperial y encerró a Suecia en su área ofreciendo un juego brillante por momentos.

Los escandinavos apenas lanzaban balones largos al horizonte con tal de sacarse de encima la agobiante presión de unos Morata, Olmo y Ferran que ahogaban la salida del rival.

Así pues, España recuperaba una y otra vez la posesión (un 84 por ciento en la primera mitad) y vuelta a empezar. Abriendo el campo con Alba y Llorente a izquierda y derecha. De un lado a otro esperando el hueco, la oportunidad. Como así ocurrió con claridad al cuarto de hora.

Un centro templado de Koke lo remató con un la cabeza un Olmo llegando en posición franca. Con la testa dirigió la pelota hacia abajo y con bote en un movimiento de libro. Pero se encontró con los reflejos de un Olsen que sacó la manopla para evitar el primer tanto del partido.

No fue hasta el minuto 20 cuando Suecia buscó estirarse en el campo, pero enseguida rectificó al darse cuenta de una España que se relamía con la esperanza de contar con espacios a la espalda.

Y así se volvió a las internadas desde la banda y a sumar ocasiones, con Koke como denominador común. Primero se encontró con un rechazo dentro del área, pero su chut con el exterior se marchó fuera. Y luego, llegnado de sorpresa desde atrás a la frontal, mandó a las nubes un pase de Alba desde el costado izquierdo. Un bote de la pelota justo antes del disparo provocó el desvío, fruto del estado lamentable de un césped indigno de una sede de la fase final de un torneo de este calibre.

Era una cuestión de tiempo que con tal nivel de presión los errores llegaran. Lo que no contaba España es que, en cuestión de tres minutos, se produjeran a ambos lados del campo.

En el minuto 38, Morata contó con la mejor ocasión hasta el momento. Un error de Danielson en la zaga le cedió la pelota dentro del área, de frente a portería y con tiempo y espacio para pensar la mejor opción. Sin embargo, con la intención de ajustar tanto el tiro hacia el poste, acabó mandando la pelota dos metros más allá de la portería.

Casi sin reacción, las dudas de Unai Simón situaron a Isak en similar situación, aunque dificultada por la profusión de defensas hispanos. El delantero de la Real Sociedad logró zafarse de todos ellos en un batiburrillo escorado en la esquina derecha del área pequeña, sacó un chut con destino al fondo de la red que superó a Simón. Pero no contó con la llegada providencial de un Marcos Llorente que logró despejar la pelota bajo palos.

En reacción al susto, España tocó a rebato para asediar de nuevo el área visitante en los últimos instantes y asustar así los fantasmas de aquel debut contra Suiza. Un esfuerzo encomiable el de España en la primera parte, pero se marchaba al descanso sin premio.

El frenesí de los primeros cuarenta y cinco minutos, bajo el calor y sobre el patatal sevillano, acabaron pasando factura en la segunda mitad. Koke desapareció y con él, la firmeza de España. Se abandonó el lado derecho donde su conexión con Llorente hería la zaga sueca por un monopolio de la izquierda, con Alba y un testimonial Pedri.

El ahorro energético en la presión dio cierto respiro a una Suecia que pisaba campo contrario con más asiduidad que en la primera, aunque tampoco era empresa complicada esa.

En medio de este tramo de dudas españolas volvió a aparecer el único que lo tenía claro. En un contraataque fugaz de Suecia, en ventaja de primeras pero que acabó igualado en el repliego, volvió a erigirse con elegencia un Alexander Isak que llevó el terror. Poco le importaba el número de rivales que tuviera a su alrededor. Ninguno fue capaz de arrebatarle la pelota dentro del área y logró sacar un centro hacia Berg, en el segundo palo, que no acabó en 0-1 por obra y gracia de los hados del fútbol.

Era ya el minuto 60, y con el susto aún en el cuerpo, Luis Enrique decidió tomar cartas en el asunto con un doble cambio particular: entraron Sarabia y Thiago en lugar de Morata y Rodri. Andersson emuló el movimiento e hizo un favor a España retirando a Isak casi al instante.

Con la sensación de que el tiempo seguía corriendo y el marcador no reflejaba lo que se había visto en el campo, España volvía a reactivarse acuciada por la necesidad. Llorente volvió a tomar protagonismo en la derecha y, con ello, España volvía a generar ocasiones.

A un cuarto de hora para el final le llegó el turno a Gerard Moreno, que acompañado de Oyarzabal, entraba al campo en lugar de Olmo y Torres.

Otro envío de Llorente se encontraba con Olsen antes de que Moreno pudiera rematar en posición clara. Un Olsen que engrandeció su figura, ya en el 90, cuando volvió a blocar un remate, ahora sí, de Gerard Moreno de cabeza a dos metros de la portería.

España miraba el marcador y no se creía lo que veía. Y en los seis minutos de descuento gastó todo el depósito que le quedaba para asediar el área sueca. Centros, remates que no llegaban por centímetros o tiros que se marchaban fuera. El destino dejaba bien claro que hoy España no iba a anotar. Algo con lo que los suecos, pérdidas de tiempo mediante, parecían estar de acuerdo.

Pitido final y empate a cero como conclusión. España se abona a los inquietantes debuts en las grandes competiciones. De buen recuerdo son algunos, otros no tanto. Ya sólo queda pensar en la siguiente cita, el sábado contra Polonia a las nueve de la noche y en el mismo escenario.

- Ficha técnica:

0 - España: Unai Simón; Marcos Llorente, Laporte, Pau Torres, Jordi Alba; Rodri (Thiago, m. 62); Koke (Fabián, m. 86), Pedri; Ferran Torres (Oyarzabal, 74), Morata (Sarabia, m. 62), Dani Olmo (Gerard Moreno, m. 74).

0 - Suecia: Olsen; Lustig (Krafth, m. 75), Lindelof, Danielson, Augustinsson; Sebastian Larsson, Ekdal, Olsson (Cajuste, m. 84), Forsberg (Bengtsson, m. 84); Isak (Claesson, m. 69), Berg (Quaison, m. 69).

Árbitro: Slavko Vincic (Eslovenia). Amonestó al sueco Lustig (m. 55).

Incidencias: partido correspondiente a la primera jornada del grupo E de la Eurocopa 2020 disputado en el Estadio La Cartuja de Sevilla ante 12.517 espectadores. El rey Felipe VI y Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, presenciaron el encuentro desde el palco.