EL CONTRAPUNTO: INCERTIDUMBRE Y POCO MARGEN DE MANIOBRA PARA ADAPTARSE A CAMBIOS

La última quincena del mes parece ser la definitiva para que el turismo de la provincia de Alicante "haga su agosto" en los niveles más prósperos desde que llegó la pandemia de la covid-19. De hecho, algunos de los indicadores que destacan fuentes del sector en cuanto a alojamientos, llegada de vuelos, consumo en hostelería o cifras de visitas a enclaves llegan a estar a la altura de época de prepandemia. En resumen, la ocupación hotelera en la Costa Blanca llega al 90% en estos momentos y se prevé que siga hasta final de mes y principios de septiembre; el turismo rural también tiene buenas cifras y el alojamiento en campings alicantinos está lleno. También aumenta la llegada de vuelos al aeropuerto de Alicante-Elche -sobre todo con más turismo nacional-, y los establecimientos hosteleros funcionan a pleno rendimiento. El punto negativo es que, debido a la situación por la covid-19, en muchos casos, los negocios no tienen un margen de maniobra suficiente para adaptarse a cambios sobrevenidos por las normas sanitarias -toque de queda, ampliación de personal, horarios, entre otras claves. No obstante, el mes, a nivel global, está siendo un respiro para el sector turístico de la provincia.

El alojamiento remonta en costa, interior y campings

En cuanto a las plazas de alojamiento en enclaves turísticos, la tendencia ha ido in crescendo desde la primera quincena. Por ejemplo, en Benidorm, la primera semana de agosto acababa con una ocupación del 77%, y en el resto de la Costa Blanca subió al 86%, con más de un 80% de turismo nacional, aunque sí se ha notado un aumento de la demanda por parte de los franceses, según fuentes del sector. Poco a poco, esas cifras aumentan y, en líneas generales, a nivel provincial los datos de ocupación hotelera alcanzan esta semana el 90% en la Costa Blanca, según la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA). La patronal Hosbec también publicó esta semana que alcanzaban estas cifras en sus establecimientos en Benidorm. Además, las reservas hasta final de mes y comienzos de septiembre señalan que la tendencia permanecerá en las próximas semanas. 

También son positivas las cifras de alojamiento en las zonas de interior de la provincia, en hoteles, apartamentos y casas rurales, donde la llegada de visitantes y las reservas de plazas son constantes. Además, los campings alicantinos son los que están viviendo, prácticamente un lleno total en este momento y de cara a final de mes. En este caso, en general, la pandemia está llevando a que más personas busquen un entorno donde poder veranear y donde se pueda garantizar menos aglomeraciones y aire libre; una 'burbuja' para evitar contagios de la covid-19. Por este motivo, entre las opciones que más peso ganan están las zonas naturales y rurales en la provincia.

El aeropuerto gana en vuelos nacionales

Otro indicador turístico que tener en cuenta es el de la llegada de vuelos al aeropuerto Alicante-Elche. En este caso, según apuntan desde Aena, el movimiento de pasajeros en El Altet está siendo de bastante afluencia, con una tendencia parecida a la época prepandémica. Así, lo más destacable es que dicho movimiento no se debe tanto a turistas extranjeros- que también llegan sobre todo desde Alemania, Países Bajos y Suecia-, sino de un incremento de turismo nacional. Y es que, si bien en años anteriores había personas en el país que elegían el mes de agosto para volar a destinos en otros países, en 2021 muchos de ellos se quedan en España, y en concreto, buena parte regresa a la Costa Blanca

Uno de los enclaves que más está notando este regreso de turistas de España es Orihuela Costa. desde la Asociación de Hoteles y Alojamientos Turisticos Alicante Sur destacan que este destino que tradicionalmente ha acogido a una mayor parte de turistas extranjeros, en estos momentos acoge a visitantes del país casi en su totalidad. 

Además, en Elche, también se ha notado una mayor llegada de turistas nacionales. De hecho, los visitantes han crecido un 30% con respecto a 2019 según datos del mes de agosto en base a atenciones realizadas desde la Oficina de Turismo del Parque Municipal ilicitano. Este aumento ha llegado a pesar de que no se han celebrado las fiestas patronales que acogen el Misteri d'Elx y la Nit de l'Albà.

Además, aunque el toque de queda en algunos municipios ha provocado las protestas desde las asociaciones hosteleras por la limitación del horario de los establecimientos, sobre todo, de ocio nocturno, el sector hostelero también vive un momento de lleno en mesas, especialmente en los enclaves más turísticos.

Apuesta por alargar la temporada estival

Con estas cifras sobre la mesa, desde el Patronato Provincial de Turismo de la Costa Blanca, según apunta su director, José Francisco Mancebo, se plantean en este momento realizar una campaña para alargar la temporada de verano hasta el 1 de octubre. No obstante, asumen que será complicado seguir con la misma intensidad de llegada de turistas después de que comience la "vuelta al cole" y las fechas para viajar estén más condicionadas por el fin de las vacaciones en muchos casos.  

Incertidumbre y poco margen de maniobra

La parte más negativa del mes de agosto para el sector que depende del turismo -de forma directa e indirecta- es la incertidumbre por la situación pandémica. Los negocios deben adaptarse al color de los semáforos covid-19 a nivel internacional, a la mayor o menos llegada de turistas según las restricciones, a la relajación o incremento de de medidas sanitarias, a normativas que restringen horarios o aforos, entre otras cuestiones. Y lo deben hacer en un plazo muy corto de tiempo, que a veces es de un día, según apuntan fuentes del sector hotelero y de la hostelería. Esto provoca que en ocasiones no tengan un margen de maniobra suficiente para decidir si contratar a más personal de refuerzo o no, y que se encuentren con situaciones caóticas para el funcionamiento de los establecimientos, aseguran. Se trata de un escenario muy reactivo que no deja tiempo para una cómoda planificación, ya no existe el medio plazo". Así, los negocios que dependen del turismo están pendientes de lo que pasará a partir del 6 de septiembre, cuando se conozca qué tipo de desescalada espera a la Comunitat Valenciana.