El aeropuerto de Castellón abrió expresamente para recibir el avión de Pedro Sánchez

ABC.- De la inauguración sin aviones del «abuelito» Carlos Fabra al vuelo oficial de Pedro Sánchez para asistir a un concierto de «The Killers». El denostado aeropuerto de Castellón ha vuelto a escribir un nuevo capítulo de su controvertida historia, que arrancó en 2011 cuando, antes de las elecciones autonómicas y municipales, el entonces presidente de la Diputación, Carlos Fabra, organizó un acto inaugural abierto al público pese a que el recinto no contaba con los permisos para albergar vuelos.

El aeropuerto de Castellón cerró el ejercicio 2017 con un tráfico de 144.000 pasajeros. Una cifra lejana a sus aspiraciones oficiales pero que le sitúa por encima de una quincena de aeródromos españoles.

La Generalitat inició los contactos con el anterior Gobierno para que incluyera a Castellón en la red de aeropuertos de Aena, ya que hasta ahora lo gestiona una empresa privada a través de una concesión administrativa. Una negociación que ahora pasa a manos del Ejecutivo de Pedro Sánchez, quien el viernes tuvo la oportunidad de conocer de primera mano las instalaciones en su primera visita oficial a la Comunidad Valenciana desde que fue elegido presidente del Gobierno. Tanto la pista como la terminal se emplearon exclusivamente para albergar la recepción a Sánchez y su séquito de camino a una visita al Festival Internacional de Benicàssim (FIB), que como ya adelantó ABC no formaba parte de su agenda oficial.

Una agenda oficial de menos de una hora

El presidente del Gobierno visitó en menos de una hora el Ayuntamiento de Castellón y mantuvo un «encuentro informal» con su homólogo de la Generalitat, Ximo Puig. La jornada del viernes terminó en el festival de Benicàssim, para el que se movilizó la infraestructura del aeropuerto de Castellón en un día en el que único vuelo regular previsto llegaba tres horas más tarde. La indicación para organizar el operativo se trasladó a la Subdelegación del Gobierno en la provincia el día anterior. El PP calcula que el coste del viaje pudo oscilar entre los 10.000 y los 15.000 euros.

El aeropuerto, de hecho, se abrió a primera hora de la tarde de forma expresa para el aterrizaje del Falcon que pone el Ejército a disposición del jefe del Ejecutivo. El recinto cuenta con personal fijo discontinuo que forma una suerte de retén de guardia, al que hay que sumar el operativo que se despliega exclusivamente cuando aterrizan o despegan aviones.

Sánchez y sus acompañantes llegaron poco antes de las cinco de la tarde a Castellón en un día en el que, al margen de su vuelo, solo había una operación prevista. A las ocho y diez de la tarde, cuando Sánchez ya iba camino del FIB junto a su mujer y sus hijas (que llegaron a Benicàssim en coche), aterrizó un vuelo de Ryanair procedente de Sofía, que volvió a partir a la capital búlgara veinticinco minutos más tarde.

En estos momentos, el aeropuerto de Castellón -propiedad en un 98% de la Generalitat- alberga cuatro rutas regulares. El citado enlace con Sofía, que en la temporada de verano tiene vuelos programados vuelos los lunes y los viernes. Ryanair también emplea el recinto tres veces a la semana (martes, jueves y sábado) para enlazar España con el aeropuerto londinense de Stantsted. La aerolínea irlandesa también conecta Castellón con Poznan dos días (miércoles y sábado). Mientras, la compañía rumana Blue Air opera un par de vuelos en dirección a Bucarest , los miércoles y los domingos, en el periodo estival.

Así, el día que aterrizó Sánchez solo llegó a Castellón otro vuelo, que lo hizo tres horas más tarde, en un aeropuerto habituado a recibir aviones privados, como los del Villarreal Club de Fútbol o el Fútbol Club Barcelona, pero que con el el presidente del Gobierno socialista se estrenó con los oficiales.