Cómo hacer un testamento sin ir al notario

Cada vez hay más personas que adelantan la hora de hacer y formalizar su testamento, ese procedimiento legal que garantiza que se cumplen las últimas voluntades sobre el reparto de bienes de una persona fallecida. Un documento que si no existe provoca que sea la ley quien determine a quién corresponde cada pertenencia.

Sin embargo, anotar en un papel las voluntades no tiene validez, por lo que es importante no dejarlo pasar para evitar futuros problemas. Y aunque el testamento lo relacionamos directamente con un notario, también existe la manera de hacerlo sin la presencia de éste. A continuación, te explicamos cómo se tiene que hacer para que sea válido.

Requisitos para su validez

Se conoce como testamento ológrafo y consiste en un documento manuscrito por parte del testador y sin intervención de testigos regulado por el Código Civil en su artículo 68. Ahora bien, para que este sea aceptado hay que realizarlo de forma correcta y cumplir, a su vez, una serie de requisitos:

Ser mayor de edad.

El documento tiene que estar hecho íntegramente por el testador, de su puño y letra. Será nulo si está escrito con ordenador o incluso redactado por otra persona en nombre del testador

Tiene que incluir su firma, así como el día, mes y año en el que se ha hecho.

Preferencia texto limpio. El Código Civil indica que si hay palabras tachadas o enmendadas, el testador las tiene que rectificar bajo su firma.

Procedimiento y protocolización

El documento se tiene que notificar, por cualquier persona interesada, en un margen de 10 días tras fallecimiento del testador y, después, presentarlo ante el notario, esta vez, en un plazo máximo de cinco años. Este último paso es necesario para que se pueda formalizar el acta de protocolización, que tiene como objetivo obtener validez pública.

A partir de ahí, el notario justifica la identidad del testamento y levanta un acta de notoriedad. En el caso de que el juez lo rechace, la ley reparte los bienes.