Callosa d’en Sarrià muestra su repulsa ante la reciente agresión sexual colectiva sucedida en el municipio

Cientos de personas han acudido esta mañana a la concentración convocada por el Ayuntamiento ante la  reciente agresión sexual colectiva sucedida en el municipio. La concentración ha mostrado su más enérgica condena y rechazo a esta nueva agresión, así como su apoyo y cercanía hacia la víctima y su entorno.

Numerosas personas se han concentrado a las doce del mediodía a la Plaza de España en repulsa de este nuevo caso de violencia machista. Desde los más jóvenes, con la presencia de numerosos alumnos y alumnas del Instituto Rodolfo Llopis y del Colegio Almedia de Callosa d’en Sarrià, hasta los más mayores, vecinos y vecinas de la localidad callosina y de municipios vecinos.

En el acto de repulsa han estado presentes la subdelegada de gobierno en Alicante, Araceli Poblador; el secretario autonómico de Inclusión y de la Agenda Valenciana de Igualdad, Alberto Ibañez; la directora general del Instituto Valenciano de las Mujeres y por la Igualdad de Género, María Such; los miembros de la Corporación Municipal de Callosa d’en Sarriá, encabezados por el alcalde Josep Saval, y la concejala de Igualdad, Estela Menaches;  representantes municipales de localidades vecinas, integrantes de la asociación comarcal de víctimas de violencia de género ‘Mujeres con Voz’, con su presidenta Margarita Luján a la cabeza; representantes de diversas entidades locales, así como numerosos representantes de la sociedad civil de Callosa. Ha sido una respuesta unánime ante un nuevo caso de agresión sexual y de violencia contra las mujeres.

El alcalde de Callosa d’en Sarrià, Josep Saval, ha leído un pequeño manifiesto de repulsa contra las agresiones machistas, en el que ha incidido en que “la violencia machista es una grave vulneración de los Derechos Humanos y un problema social de primer orden que atenta contra la dignidad y la integridad física y moral de las mujeres que la sufren”. Asimismo, ha expresado, en nombre del Ayuntamiento, de manera clara y decidida “el rechazo a cualquier forma de violencia machista, comprometiéndonos a continuar trabajando para conseguir poner fin a esta lacra, solicitando la implicación del conjunto de las instituciones del Estado en la lucha para su erradicación”. Desde el Ayuntamiento se seguirán, por ello, “impulsando medidas para que las entidades municipales y la ciudadanía en general responda de manera inmediata y contundente a cualquier agresión machista, se atienda de manera prioritaria a la víctima, se desarrollen actuaciones preventivas para dotar a las mujeres de instrumentos que les permitan hacer frente a la violencia y a no permitir la impunidad social de los agresores”.

En este sentido, Josep Saval, ha insistido en que “no se dará ningún paso atrás y que se seguirán reivindicado los recursos necesarios para combatir esta lacra”.

El secretario autonómico, Alberto Ibañez, ha intervenido también durante el acto y ha manifestado que desde el Gobierno Valenciano “estamos al lado de las víctimas y contra los agresores”. “Los hombres no tenemos derechos sobre las mujeres”, ha dicho de forma rotunda, e igualmente ha incidido en que “no se dará ni un paso atrás, sino todo lo contrario, se seguirán dando pasos hacia la igualdad de género”.

La subdelegada de Gobierno, Araceli Poblador, ha señalado que “la lacra machista es un problema de todos y todas al que tenemos que dar una solución desde la unidad”. “Una sociedad que viola, que agrede, que asesina es una sociedad enferma”, ha dicho, y, en este sentido, ha insistido en que “la educación y la pedagogía es fundamental para luchar contra la violencia machista”.

El acto ha culminado con un fuerte aplauso de todos los asistentes por la respuesta recibida ante esta convocatoria que da muestras de que la ciudadanía está dispuesta a seguir luchando para que no haya ni una víctima más de violencia machista.

Desde el Ayuntamiento se ha agradecido a todas las personas que han asistido a esta convocatoria su solidaridad y su espíritu reivindicativo ante esta lacra social.