Previo al lanzamiento de uno de los discos más importantes de Pink Floyd, el filósofo existencialista Jean-Paul Sartre ya había publicado un cuento con el título 'El muro'.

Previo al lanzamiento de uno de los discos más importantes de Pink Floyd, el filósofo existencialista Jean-Paul Sartre ya había publicado un cuento con el título 'El muro'. Como era de esperarse, el relato filosófico expone los extremos a los que son empujados los humanos durante la guerra. Al convertirse en prisioneros y sufrir una serie de torturas tanto físicas como psicológicas, los personajes mueren por dentro hasta que sólo queda un ser desalmado que pasa sus últimos días en la tierra como un objeto o un robot.

La cruda realidad del mundo va menguado su espíritu hasta destruirlo. Cuando llega la hora de la muerte, una pistola en la sien no crea ningún miedo pues las personas ya fueron asesinadas en vida. 43 años después, Pink Floyd estrena el disco que posteriormente se convertiría en película, "The Wall". ¿Habrá una similitud filosófica ante ambos relatos o la similitud de los títulos es una coincidencia?

La película, dirigida por Alan Parker, es una enorme metáfora sobre la decadencia humana, o mejor dicho, la destrucción de un ser debido a la traumática vida que le tocó vivir. El protagonista se llama Pink Floyd y es un muchacho que creció en un mundo tormentoso. Su padre murió durante la Segunda Guerra Mundial, así que creció bajo el brazo sobreprotector de la madre. Era tan temerosa de que le pasara algo que le impedía conocer el mundo real.

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Pink creció ajeno al mundo; no tenía amigos ni otras personas con quien convivir. La única vez que intentó integrarse con otros fue rechazado cruelmente. En la escuela es maltratado en cuerpo y alma. Cuando el mundo te da la espalda y sólo voltea a verte para lastimarte, ¿qué haces? Te encierras poco a poco en ti mismo, construyes un enorme muro que te protege de los demás e incluso de ti mismo.

Así creció el muchacho Floyd. Su corazón se llenó de hostilidad, de ira e indiferencia hacia el mundo. Cada ladrillo del muro representa un daño en su vida. Ahora la barrera es tan alta como los cielos. ¿Se puede vivir de ese modo? El filósofo Sartre ya había hecho la metáfora de la barrera que se crea cuando el espíritu humano es acuchillado en repetidas ocasiones por un mundo desquiciado.

Las alucinaciones que sufre Pink Floyd, álter ego de Roger Waters y Syd Barret, son causadas por un trastorno psicológico que se fue intensificando con el paso de los años. "The Wall" no se trata de un relato objetivo de los sucesos de la vida de Pink, sino de lo que él mismo cree de su vida. Todos los hechos y fantasías son el producto de su mente, probablemente basados en la realidad, pero distorsionados.

Lo que se presenta en la película es en realidad lo que él siente, piensa, recuerda e imagina. Si sus pensamientos y alucinaciones giran alrededor de la violencia, es porque él está lleno de agresión. Si el argumento de la película se basó en Roger Waters y las alucinaciones que padeció en un periodo oscuro con las drogas, cualquier psicólogo podría decir que Waters es un psicótico, presentando los cuatro síntomas que se consideran características de la esquizofrenia.

Su interpretación de lo que sucede a su alrededor está basada en sus necesidades internas y no en la realidad, a eso se le llama autismo. A su respuesta emocional totalmente indiferente con el mundo, como si no tuviera alma, se le llama afecto aplanado. En otros momentos se puede percibir una ambivalencia emocional. Por último, las escenas de la película nos muestran cómo el pensamiento de Pink no sigue un orden lógico, sino que salta de una idea a otra de manera incomprensible. A este trastorno se le llama pensamiento disgregado. Cuando el espectador se da cuenta de que el personaje principal nunca se movió de su lugar desde el inicio de la película, se afirma que el personaje padece de esquizofrenia catatónica.

Para encontrar la cura de Pink –y de todas las personas que sufren algún trastorno psicológico–, hay que ir a la fuente de todos los problemas. Si el joven Floyd llegó a ese extremo fue porque desde el inicio de su vida estuvo obligado a enfrentar la adversidad. La ausencia de la figura paterna y la sobreprotección de su madre lo orillaron a ser un niño reprimido. Así como él, muchas otras personas pasan por situaciones similares y no llegan a ese extremo. Esto se debe a que el protagonista de la película se enfrentó a un mayor problema: una sociedad asfixiante y opresora.

El subtexto de la película es una feroz crítica a la sociedad que se vivía en ese entonces. La escuela, el trabajo, incluso la familia; instituciones que poco a poco van ahogando a las personas con sus rígidas reglas y obligaciones. Cuando no se tiene un espíritu fuerte, a veces las instituciones sociales van despersonalizando al ser, al grado que lo transforman en una personas enferma y traumada. Al exponer la cruda vida de Pink, Roger Waters critica lo que el sistema le hace a sus habitantes.

Tal vez sea un ejemplo muy intenso, pero "The Wall" nos enseña el punto más bajo al que podemos caer cuando nos aferramos a preceptos sociales como el dinero, el trabajo y las obligaciones. Aquellas necesidades son impuestas por un régimen que olvida cuál es el verdadero sentido humano, qué es lo verdaderamente valioso en la vida. Si una lección existe en la película de Alan Parker, es la de deslindarnos de todas las construcciones artificiales en el mundo, que en lugar de ayudarnos, fomentan poco a poco la locura.

Si crees que estás pasando por algún trauma del pasado, lo mejor es olvidarlo y seguir conforme al tiempo, siempre para adelante. Si estás cansado de tu vida porque sientes que te hace falta algo, tal vez necesites reflexionar qué es lo verdaderamente importante en este mundo: el amor o el dinero. Estas pequeñas enseñanzas fueron las que Pink Floyd dejó en "The Wall".

"The Wall" es uno de los mejore discos de rock de toda la historia, conoce cuáles son los otros 99 según Consequence of Sound. Si ya estás convencido de su grandeza, ahora sólo te falta conocer las razones por las que escuchar Pink Floyd podría ser la solución a una vida perfecta.