Las trampas de los libros de Historia: "Cataluña tenía estado propio en la Edad Media"

"Los impulsores del Renacimiento van encontrar que la Edad Media en Cataluña había sido un periodo diferente que en el resto de la Península, ya que durante esa época Cataluña había tenido un estado propio y, de algún modo, había vivido un gran esplendor". Esta es solo una de las afirmaciones recogidas en los libros que se imparten en Cataluña y que han sido objeto de análisis por parte del sindicato de docentes Acción para la Mejora de la Enseñanza Secundaria (Ames). En concreto, se trata de un contenido divulgado en el libro de Historia de la editorial Barcanova y cuyos autores son Cristòfol Trepat y Joaquim Prats.

A través de un informe titulado 'Adoctrinamiento ideológico en los libros de la asignatura Historia de España de 2º curso de Bachillerato utilizados en Cataluña de 2016 a 2022', los profesores de Ames denuncian que las afirmaciones sobre los impulsores del Renacimiento son erróneas: "Cataluña no tuvo estado propio en la Edad Media".

"En primer lugar, porque los estados no existían, surgen a finales del siglo XVIII. Y, en segundo lugar, porque Cataluña siempre dependió de la Corona de los reyes de Aragón. Por tanto, aplicar la terminología "estat propi" es algo incorrecto y anacrónico. No desmentir estas afirmaciones lleva al alumno a creerse realidades históricas que nunca existieron y formarse en una mentira", explica la historiadora Vera-Cruz Miranda, autora del análisis sobre el citado libro.

Informe sobre nueve libros

Sin embargo, este no es el único ejemplo de "adoctrinamiento" según los autores. En el mismo libro de Barcanova -filial de Anaya-, la unidad didáctica sobre la Revolución Liberal (1808-1874) trata cinco puntos del convulso siglo XIX y dos de ellos están dedicados a Cataluña, un hecho que los profesores de Ames ven como una "descompensación de contenidos" y, por tanto, "descompensación en el aprendizaje".

"Los puntos a destacar en esta unidad son relativos al lenguaje nacionalista, un lenguaje utilizado con la finalidad de marcar una diferencia conceptual e histórica en los episodios de la historia de Cataluña. Por eso, en lugar de utilizar el término 'Guerra de la Independencia' se utiliza el término de 'la Guerra del Francés', una manera de dar una connotación diferente a una guerra de toda España, por una defensa del mismo territorio", sostiene Miranda.

En este mismo tema se explican los orígenes del catalanismo. "Cataluña, vencida políticamente el 11 de septiembre de 1714, mantuvo vivo en el uso social uno de los símbolos más importantes de su identidad: la lengua", reza el texto. Según el informe de los historiadores publicado por el sindicato Ames "esta frase presenta un error de base, parece que Cataluña estaba en guerra con el resto de España y no fue así".

"La Guerra de Sucesión terminó con la derrota del bando austracista y la victoria del bando de Felipe V. No es la derrota de todo un territorio, eso es una falsedad; sino de un bando en una guerra en toda España. Se pretende hacer creer al alumno que toda Cataluña estaba en contra de Felipe V, cuando no fue así. En Cataluña había gente que apoyaba a cada uno de los bandos, la sociedad, como en cualquier guerra, estaba dividida", sostienen

Y también cargan contra el hecho de que se remarque el tema de la lengua catalana como símbolo "nacional". "Otra afirmación completamente errónea, en Cataluña se hablaba castellano y catalán. No ha sido una tierra monolingüe, pero la lengua se utiliza como herramienta de reivindicaciones políticas desde los orígenes del nacionalismo", zanjan.

La Segunda República

Otro ejemplo que destacan es el capítulo sobre la Segunda República. "Todo lo relativo a la Segunda República es visto en positivo. Se describe como un tiempo de avance y de modernización social y económica; y en Cataluña como el momento en el que gozó de un régimen autonómico democrático. Así, se omiten episodios que puedan contradecir dichas afirmaciones, como los episodios violentos y las insurrecciones", constatan.

Y agregan: "La República no se votó en referéndum, sino que lo que se votaron fueron unas elecciones municipales que se convirtieron en un falso plebiscito. Se pasa por encima de la 'quema de conventos' de 1931 y de la violencia incontrolada anticlerical; no se habla de la censura de la prensa, ni de los ataques a sedes políticas y periódicos; ni de la Ley de vagos y maleantes que fue una ley republicana, ni de las huelgas, ni de las luchas callejeras ni de los atentados".

Además, los autores señalan diferencias entre el libro de su filial catalana Barcanova, que se titula solamente "Història", y el libro de Historia de España de Anaya que se emplea en otras CCAA. "Con ese título recortado se demuestra, una vez más, la fobia a la utilización de la palabra España, la hispanofobia que se transmite en las aulas catalanas", denuncian los autores del informe sobre adoctrinamiento.

Por otro lado, aseguran que "sorprende la diferente cronología que abarcan cada uno de estos libros de texto". "El libro de Anaya comienza en la Prehistoria y termina a finales del siglo XX, con un escaso comentario a los primeros años del siglo XXI. En cambio, el texto de Barcanova comienza en el siglo XIX y termina casi en la actualidad, pues termina con la elección de Puigdemont en el año 2016", comparan.

El de Barcanova no es el único material educativo que han puesto bajo la lupa. El manual Història de Edebe (Salesianos. Ed. D. Bosco) para segundo de Bachillerato en Cataluña es otro de los libros analizados. En este caso por Carlos Conde, quien no duda en reconocer que "es generalmente riguroso con los hechos históricos, y no está exento de virtudes". "Su selección de textos, sus ejercicios basados en fuentes primarias y secundarias de calidad y su rigor historiográfico lo convierten en una herramienta generalmente útil a la hora de familiarizar al alumno con los rudimentos de la Historia como disciplina", celebra.

Denuncian "juicios de valor"

Sin embargo, Conde identifica con claridad más de una decena de "sospechas de adoctrinamiento". "La impresión general que deja el manual, sobre todo en sus capítulos dedicados al siglo XX, es la de que España es una realidad decadente y retrógrada, que en cierto modo enjaula y coarta la potencialidad moderna, progresista y abierta de Cataluña", apunta. "El manual no incurre en errores objetivos, pero su tratamiento de los temas, sus adjetivaciones, sus juicios de valor, su selección de pasajes históricos, la extensión con que se cubre cada uno, sus ilustraciones y, en no pocas ocasiones, sus llamativas omisiones dejan entrever un claro sesgo tanto izquierdista como catalanista", considera.

Por ejemplo, Conde explica que la división del territorio catalán durante la Segunda República se considera "artificial" y se afirma que no tiene en cuenta el sentimiento de pertenencia de la gente del país, como si este sentimiento fuera unívoco. "También señala que las divisiones comarcales catalanas 'eran consideradas' (nótese la pasiva) poco respetuosas con unas realidades históricas y geográficas que no se definen. En todo caso, el pasaje abunda en la idea de una Cataluña maltratada, sujeto pasivo de una realidad histórica impuesta", indica.

Además, destaca que la campaña electoral de 1936 se define como "extremadamente agresiva" y se culpa claramente a la "actitud insurreccional de la derecha fascista". "Se obvia, sin embargo, dentro de esa agresividad extrema, un hecho objetivo difícil de soslayar: el asesinato del candidato Calvo Sotelo. Tampoco se mencionan, ni para bien ni para mal, las actitudes del otro bloque 'antagónico'", matiza.

La Guerra Civil

En total, el sindicato docente Ames ha analizado hasta nueve libros. Como conclusiones finales, los historiadores a cargo del informe sobre "adoctrinamiento" en los libros de Historia de 2º de Bachillerato señalan que "se presenta el nacionalismo catalán y su uniformidad (catalanidad) como bueno y el español (españolidad) como malo". En siete de los manuales, destacan, se dice que la Guerra Civil es un conflicto español que salpicó a Cataluña.

"No se hace ninguna referencia a la obligación de cumplir y hacer cumplir las leyes de España. Además, se dice que Cataluña y País Vasco se sienten naciones, como si todos sus habitantes pensaran lo mismo y 'sentirse' significara 'serlo'", comentan.

El análisis indica que el temario de los libros de Historia de Bachillerato de las editoriales catalanas comienza, con suerte, en el siglo XVIII, o directamente en el XIX. "Se presenta a Cataluña y a España como si fueran dos entidades diferentes de la misma categoría, pero España pobre y mísera, Cataluña industriosa y trabajadora y rica", resaltan los autores.

También denuncian que se utiliza el término "Corona catalanoaragonesa" o "Corona de Aragón" en vez de "Reino de Aragón", que es lo que realmente existía, según los docentes. "En la Segunda República se presenta a la derecha como mala y a la izquierda como buena", consideran.

El informe abunda en que, en Cataluña, los libros de texto de Historia de España no son mencionados como tales y su título es el de 'Historia', a secas. El temario en esta región es mucho más corto que en otras comunidades. "Todo el legado español correspondiente a la Prehistoria, la Historia Antigua, la Historia Medieval y la Historia Moderna se ignora. Esto es cometer un fraude educativo con el alumno, con su familia y con toda la sociedad catalana", advierten los profesores.

Asimismo, destacan que, en algunos libros, el temario se alarga hasta el 2018. "El historiador poco puede aportar de esas fechas, al no poder disponer de perspectiva histórica porque no existe. La conclusión es que hacer esto no es enseñar historia, más bien es hacer política, lo cual propicia acabar predisponiendo ideológicamente a los jóvenes estudiantes en un sentido u otro", afirman.

La Constitución y la Monarquía

Según los autores, los temas más cercanos al alumnado, los correspondientes a Historia Contemporánea, están sumamente ideologizados, hasta el punto de que la referencia a la Constitución Española de 1978 es mucho menor que la alusión a los sucesivos Estatutos de Cataluña y se la trata con menos énfasis. "La Monarquía apenas es analizada y mucho menos bien valorada, pero sí se tiene muy en cuenta, y así lo indican los manuales, que el rey emérito, Juan Carlos I, había jurado los Principios del Movimiento, que son la base del franquismo", apostillan.

Y no se explica, de acuerdo a la visión de los profesores, que "traicionó" esos principios para abordar el cambio de España hacia una democracia. "La realidad es que mediante comentarios tendenciosos, se intenta generar en la conciencia del alumnado una opinión negativa respecto a la monarquía y al monarca", denuncian.

Los autores del informe presentaron el documento en el Parlamento catalán este martes después de reunirse con los grupos parlamentarios de Vox, Cs y el PP. El presidente del sindicato de docentes Ames, Antonio Jimeno, aseguró que se está produciendo un "intento oculto de conseguir que los alumnos, desde Primaria y hasta Bachillerato, sean aleccionados en unas ideas políticas concretas que interesan al gobierno de esta comunidad". "Al cabo de muy pocos meses de acabar 2º de Bachillerato, los alumnos son votantes. Por eso, estamos avisando de que hay peligro de convertir la enseñanza en una cantera de futuros votantes", advirtió.