¿Cuál es la librería más antigua del mundo que ha permanecido siempre abierta?

Entrar a una librería siempre es un placer, sea usted o no un apasionado de la lectura. Y afirmo esto porque son muchos los que reconocen entrar en una por motivos diferentes a los de comprar un libro, aunque muchas veces acabe cayendo uno. Por ejemplo, por la arquitectura, por su original emplazamiento o por la historia que esconden detrás.

Así, son muchos los que acaban aterrizando en Bertrand, la que es probablemente la librería más famosa de Lisboa que con más de dos siglos y medio de historia se convierte en la más antigua del mundo. No es que fuera el primer lugar de la historia en el que se vendieran manuscritos, pero sí que es la más antigua que todavía sigue en funcionamiento. Al menos así lo acredita un cartelito en su entrada, en el que asegura que entraron en el libro Guinness de los Récords en 2010.

Libro Guinness de los Récords

No es el primer establecimiento de la historia en el que se vendieron manuscritos, pero sí que es la más antiguo que todavía sigue en funcionamiento

Cabe saber que su sede actual, en la Rua Garrett, a dos pasos de la famosísima cafetería A Brasileira, no fue donde empezó todo, allá por el año 1732. La primera piedra se colocó en la calle Direita de Loreto pero el terrible terremoto que vivió la capital lusa en 1755 la destruyó por completo.

Probablemente sea por ello que desde fuera parezca una librería más bien moderna. Pero no hace falta más que colarse en su interior para apreciar sus preciosas estanterías de madera vieja y sus arcos a lo largo del pasillo, separando las diferentes secciones. Para su sorpresa y deleite, al final del recorrido encontrará una improvisada cafetería donde podrá degustar un riquísimo café o los populares pastéis de Bélem mientras devora su novela favorita.

Su éxito y su historia le ha llevado a convertirse en una macrocadena que cuenta con más de 50 locales por todo Portugal e, incluso, España, aunque en este último acabó siendo comprada por La Casa del Libro. Aún y así, eso parece no haberle quitado su encanto, pues viajeros y locales se acercan a montones cada día para visitarla, convirtiéndose en la librería “favorita de los portugueses”, según encuestas.

Además de su historia, sus libros y sus pasteles de Bélem, el establecimiento también es famosos por sus charlas y talleres literarios, populares desde el siglo XIX, pues eran y siguen siendo punto de reunión de los intelectuales lisboetas.

Sí está de paso por Lisboa, tampoco debe dejar de aparecer en su lista de imprescindibles la librería Ler Devagar (cuya traducción sería algo así como “leer despacio”). No es la más antigua del mundo, pero sí que aparece en los primeros puestos del ranking de librerías más bellas del mundo.